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Einojuhani Rautavaara, para muchos el compositor finlandés más famoso después de Jean Sibelius, murió a los 87 años.
Rautavaara compuso ocho sinfonías, siete óperas, 14 conciertos y decenas de piezas vocales y orquestales más. Logró la fama internacional con su séptima sinfonía, "Ángel de la luz", en 1994.
Era famoso por una música que exploraba temas místicos y románticos. Apreciaba la aplicación matemáticamente precisa de las técnicas dodecafónicas y tenía un uso innovador de grabaciones del canto de las aves.
Reijo Kiilanen, director general de Ondine Records que publicó la mayoría de sus obras, dijo que Rautavaara falleció en un hospital de Helsinki el miércoles tras complicaciones por una cirugía de cadera.
"Después de Sibelius Rautavaara es merecidamente el primer compositor finlandés que logra la fama internacional", dijo Kiilanen. "Sibelius era genial, pero ningún otro compositor finlandés ha tenido un éxito similar". Sibelius falleció en 1957.
Ari Nieminen, gerente editorial de Fennica Gehrman, la casa editorial que posee los derechos de gran parte de la música de Rautavaara, lo calificó como un "narrador intelectual y místico cuya música nació de una añoranza por el infinito". Rautavaara siguió creando música a pesar de sufrir de un desgarro en la aorta en 2004.
"Fue un milagro que sobreviviera y a pesar de que estaba un poco frágil, esto no le hizo dejar de trabajar", dijo Kiilanen, cuya empresa trabajó con el compositor por más de 30 años. "Siguió componiendo de forma magistral".
Rautavaara estudió en la Academia Sibelius en Helsinki y en la Escuela Juilliard en Nueva York. Guió a una nueva generación de compositores de 1976 a 1990 como profesor de composición en la Academia Sibelius.
Las obras de Rautavaara han sido presentadas en múltiples ocasiones en el extranjero, incluyendo interpretaciones de la Orquesta de Filadelfia, que le encomendó la composición de su octava sinfonía, "El viaje", para las celebraciones por el centenario de la orquesta. El pianista y director Vladimir Ashkenazy le pidió componer su tercer concierto de piano, completado en 1998.
Rautavaara dijo una vez que tenía suerte por ser un músico en Finlandia, que otorga generosos apoyos a los compositores.
"Sin los apoyos habría sido difícil para mí sobrevivir", dijo a AP en 1997. "Por suerte puedo pasar todo el día componiendo si lo quiero".
A Rautavaara le sobrevive su esposa y sus dos hijos. No se han anunciado los planes para su funeral.
sc