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El ciclo "La ópera es puro cuento...y el ballet también" ofreció hoy su penúltima función, con el estreno de El niño que creció muy rápido de Gian Carlo Menotti, una ópera que cuenta la historia de Poponel (Francisco Baltierra), un niño de nueve años de edad, quien llega a una nueva ciudad y es molestado por sus compañeros de clase debido a su gran tamaño.
En el primer día de clases Poponel recibe el rechazo y las burlas de sus compañeros. La maestra Hope (Virginia Álvarez) lleva al pequeño con un doctor (Yanick Betancourt) para que reduzca su tamaño en una máquina experimental, con la condición de no ser diferente al resto de las personas.
La ópera de Menotti, traducida al español por Betancourt y también bajo su dirección escénica, es una propuesta fresca que atrapa la atención del público familiar.
El coro infantil bajo la dirección de Alejandro León, es natural y festivo en escena, que cuenta con la creativa escenografía de Edgar Mora, y tiene química con los cantantes adultos. La risa de los niños que están en las butacas es espontánea.
La historia continúa con la llegada de un terrorista (Alejandro González) que a punta de pistola amenaza al salón de clases con asesinarlos; el grupo se salvará si uno de los niños acepta ser utilizado como escudo humano al intentar huir de la policía.
Poponel decide arriegar su nuevo tamaño para proteger a los niños y a su maestra. Poponel vence al terrorista y sus compañeros le prometen amistad y respeto.
La ópera -que forma parte del ciclo que se desarrolla en el Cenart desde hace seis temporadas- se une a una campaña que busca sensibilizar a los niños y a los padres sobre el bullying escolar, no sólo en escena, también con un folleto que brinda indicadores sobre cómo detectar el abuso y da sugerencias sobre cómo reaccionar.
De acuerdo con algunos padres de familia, la ópera no sólo mantiene la atención de los niños, también ofrece un mensaje a favor del respeto. Sin embargo, cuestionan que, una vez que ha terminado la función, cantan un último llamado al respeto pero con un carga religiosa.
El ciclo, según cifras oficiales, cuenta con alrededor de 4 mil asistentes para la ópera y 8 mil para el ballet.
El ciclo cierra su edición 2016 con un estreno mundial: el ballet Blancanieves, a cargo de la Compañía Nacional de Danza del INBA.
Este montaje, basado en el cuento de los hermanos Grimm, cuenta con la coreografía de Irina Martano, el diseño de escenografía de Jorge Ballina y la música de Bach, Dukas, Grieg, Mussorgsky, Ponchielli y Rossini, misma que será interpretada por la Sinfonietta de las Artes, bajo la batuta de José Luis Castillo.
sc