Uno de los eventos más esperados de la 43 edición del Festival Internacional Cervantino es la ejecución del Proyecto Beethoven, que consiste en interpretar las nueve sinfonías del compositor. Anoche, el Teatro Juárez, se llevó a cabo el segundo concierto, con la "Sinfonía núm. 3" y la "Sinfonía núm. 4".

La agrupación Anima Eterna Brugge, bajo la dirección de Jos van Inmmersel, fueron ovacionados por el público por la interpretación de las obras.

De acuerdo con Fernando Álvarez del Castillo, la Cuarta Sinfonía fue la menos afortunada de todo su ciclo. Su construcción se realizó a principios del siglo XIX, cuando en Viena comenzaba el retiro de las tropas napoleónicas y el retorno a los patrones aristocráticos. Beethoven, entonces, padecía trastornos físicos y emocionales que propiciaron una de sus etapas más creativas, es este periodo cuando compone la Cuarta Sinfonía.

Para el especialista, esta obra se distingue por los tintes optimistas y despreocupados, llena de humor, pero es también el inicio de lo que sería su personalidad sinfónica, enfocada en la condición humana.

Mientras que la Tercera Sinfonía, Heroica, tiene una carga revolucionaria y es también el lenguaje sinfónico más novedoso de su tiempo. El compositor la dedicó a Napoleón Bonaparte, pero al enterarse de que se había coronado a sí mismo como emperador, molesto se retractó.

La obra se convirtió, según Álvarez del Castillo, en una de las más tangibles manifestaciones del romanticismo.

El ciclo continuará los días 12, 14 y 16 de octubre en el Teatro Juárez a las 21:00 horas.

cvtp

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