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El público está de pie. Los aplausos y las ovaciones resuenan en la Sala. Alondra de la Parra y la Orquesta Filarmónica de Londres reciben sonrientes el reconocimiento de todos los presentes, aquellos que por más de dos horas los acompañaron en el concierto que ofrecieron la noche de ayer en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
La Orquesta Filarmónica de Londres, fundada en 1932 y considerada una de las 15 mejores orquestas del mundo, hizo gala de su precisión, destreza y fluidez. "Qué elegancia, qué manera de tocar y lograr transmitir en cada nota una serie de sensaciones maravillosas. Son tan precisos, tenían que ser ingleses", comentó Renata Quiroga, una de las presentes.
El programa estuvo integrado por Danzas inglesas op.33 de Malcolm Arnold; El ascenso de la alondra, de Ralph Vaugahm; Janitzio, de Silvestre Revueltas, Introducción y Rondó caprichoso, op.28 de Camille Saint-Saens y Sinfonía núm.8 en sol mayor, op.88 de Antonín Leopold Dvořák.
Como los aplausos no cesaban, De la Parra junto con la agrupación tocaron, además, el Danzón núm. 2 de Arturo Márquez y Huapango, de José Pablo Moncayo, lo que provocó que el público se desbordara aún más: gritaban, aplaudían. El público seguía de pie.
La noche se engalanó con la presencia de Jennifer Pike, reconocida violinista con "un encantador estilo para interpretar y una técnica ejemplar". Tres interpretaciones le bastaron para recibir más de 10 minutos de aplausos por parte de los mexicanos presentes.
El recinto de mármol fue testigo de una noche que conjugó a una de las directoras más sobresalientes de su generación con una de las mejores orquestas reconocida en la escena mundial ante a un público caluroso, agradecido y dispuesto a entregarse ante buena música.
El concierto forma parte de la celebración de El Año dual México-Reino Unido 2015 que representa una oportunidad para conocer y compartir las expresiones artísticas de ambas naciones.
sc