Un concierto de la Orquesta de Minnesota hoy por la noche será el primero en Cuba de una orquesta profesional completa de Estados Unidos desde 1999, apenas dos meses después de que los antiguos rivales de la Guerra Fría destensaran sus relaciones.
Pocos de los estadounidenses de visita hablan español, pero "el idioma universal de la música" es todo lo necesario, dijo Mele Willis, director de operaciones artísticas de la orquesta.
La actuación en el Teatro Nacional de La Habana, con cupo para 2 mil personas, incluirá al afamado pianista cubano Frank Fernández y al Coro Nacional de Cuba. El evento sería transmitido en vivo en Cuba y Estados Unidos a través de la Radio Pública de Minnesota.
En años recientes, grupos más pequeños de músicos de cámara de Estados Unidos visitaron Cuba, pero se considera que una visita de la Orquesta Sinfónica de Milwaukee en 1999 fue la última de una orquesta de renombre.
El concierto de hoy será al día siguiente de unas clases magistrales impartidas por los estadounidenses a estudiantes de preparatoria (secundaria) y universidad en La Habana. Los alumnos llenaron todas las plazas, se sentaron en el piso, se asomaron por ventanas y grabaron videos de las sesiones con celulares.
El desconocimiento del español por parte de los estadounidenses no afectó su entusiasmo. El trompetista Bob Dorer levantó sus pulgares en señal de aprobación y demostró una técnica de trompeta en la que se hace el sonido de una "O'' con la boca luego que el adolescente Antonio Díaz tocara. Gritos de "¡Bravo!" se escucharon después de que un estudiante de violín, Jorge Enrique Amado, tocó una desafiante pieza modernista que él compuso. "Estamos muy impresionados", dijo Roger Frisch, un violinista de la orquesta que pidió una copia de la pieza de Antonio.
"No estoy acostumbrado a escuchar a alumnos de preparatoria tocar a este nivel", coincidió el percusionista Brian Mount, quien dijo estar "deslumbrado" y "al borde del llanto" al ver a los niños cubanos en su sesión improvisada.
Natali Chongo, de 18 años, dijo que era un "privilegio" ser dirigida por el miembro de la orquesta Peter Kogan mientras tocaba cuatro timbales. "Los músicos de Estados Unidos y los músicos de Cuba tienen amistad en sus corazones", dijo. "Necesitan nuestra música y nosotros necesitamos la de ellos".
El Ministro de Cultura de Cuba invitó a la orquesta de Minnesota a tocar como parte del Festival Internacional Cubadisco. "Es un momento sumamente importante", dijo Orlando Vistel, presidente del Instituto Cubano de la Música.
La Orquesta de Minnesota también tocó en La Habana en 1929 y 1930, cuando se llamaba la Orquesta Sinfónica de Minneapolis. El programa de hoy, todo de Beethoven, es una repetición del repertorio de 1929, con interpretaciones de "Obertura de Egmont, Opus 84", "Fantasía en Do menor para piano, coro y orquesta, Opus 80", y "Sinfonía No. 3 en Mi bemol mayor, Opus 55".
Hay otro concierto programado para el sábado por la noche en el Habana Café, junto con una actuación de jazz de concertistas de Minnesota y músicos cubanos.
El viaje muestra también la sanación de la orquesta, que se recupera de una amarga disputa laboral que resultó en una temporada cancelada.
Su viaje costó casi un millón de dólares, que pagaron Marilyn Carlson Nelson, heredera de la fortuna de la cadena hotelera Carlson, y su esposo Glen. El gobierno de Estados Unidos otorgó un permiso especial para un vuelo fletado directo de Minneapolis a La Habana para el evento, con cuatro toneladas de equipos y 160 personas a bordo de un Airbus 330.
El director general de la orquesta, Kevin Smith, dijo que el intercambio cultural era "la parte más emocionante del viaje junto con el hecho de que se da en un periodo tan dinámico entre las relaciones de Estados Unidos y Cuba".
rqm