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La filóloga y eslavista mexicana Selma Ancira acometerá en los próximos años el ambicioso proyecto de construir una biografía poliédrica de León Tolstói a partir del testimonio de escritores, pintores, políticos, amigos y familiares.
En una entrevista concedida a Efe, Ancira, considerada la gran traductora de la literatura rusa al castellano y que vive en Barcelona desde 1988, explicó que "todavía no se sabe cuántos libros integrarán este retrato colectivo de Tolstói".
Esta biografía en varios volúmenes completará la publicación en castellano de sus mejores obras: "Se dice en Rusia que Tolstói escribió tres grandes novelas: Guerra y Paz , Ana Karenina y su propia vida, y estas obras que publicará Acantilado acercarán al lector hispanohablante a esa tercera gran novela".
De hecho, Ancira ya publicó un primer retrato íntimo de Tolstói cuando publicó sus diarios y cartas, un trabajo que le llevó diez años: "Tenía la impresión de hacer un autorretrato, porque Tolstói carga las tintas en lo que él quiere, se autorretrata".
En la biblioteca del Museo Tolstói de Yásnaia Poliana , en Tula, Ancira estuvo buscando testimonios de personas que lo conocieron, de personas que vivieron en la casa, de gente que pasó un día y "cada uno da una visión diferente en su faceta humana".
El retrato colectivo comenzó hace unos meses con "Así era Lev Tolstói (I)", que incluye tres testimonios: Serguéi Petróvich Arbuzov , lacayo de la casa con quien peregrina al monasterio ortodoxo de Óptina Pustyn ; el compositor Piotr Ilich Chaikovski , y el periodista norteamericano George Kennan .
Continuará con un segundo volumen que aparecerá el próximo mes de octubre en el que Ancira acerca al lector a la "figura poliédrica" del escritor a través de los recuerdos de Dushan Makovitski , médico de la familia; Ilyá Tolstói , su segundo hijo; el pintor Leonid Pasternak ; el director teatral Konstantín Stanislavski; así como los escritores Alexandr Kuprín, Liubov Guriévich y Leonid Andréiev.
Ancira subraya que en Tolstói "ficción y realidad se entrecruzan" y pone como ejemplo que "en uno de esos testimonios, su esposa cuenta cómo se conocieron, cómo la cortejó, la semana de noviazgo y después la boda, y esa petición de mano que ella relata en sus memorias es la misma que Tolstói dibuja en Ana Karénina ".
Stanislavski cuenta cómo Tolstói llegó a un ensayo; su hijo mayor, Serguei, relata la agonía de su padre; Leonid Pasternak , padre de Boris Pasternak , habla de cómo iba recibiendo los capítulos de la novela Resurrección , su última novela, que fue publicando por entregas en el periódico Niva; o el pintor Ilyá Replin revela cómo hizo un retrato de Tolstói arando con caballos.
"Es como un mosaico en el que cada testimonio es una tesela de ese conjunto que retrata el Tolstói vivo, no el Tolstói escritor", resume Ancira.
La "sensibilidad artística" del autor de Guerra y Paz aflora en el testimonio de Chaikovski, que explica que al escritor se le saltaron las lágrimas cuando escuchó el andante de un cuarteto para cuerdas que había compuesto.
El Tolstói más social se encuentra en las páginas en las que el periodista norteamericano George Kennan, de visita a Yásnaia Poliana, le entrega el manuscrito que le habían entregado los presos políticos de Siberia para que denunciara las condiciones en que trabajan en las minas y en el penal del Transbaikal.
Ancira, que puede desarrollar sus investigaciones gracias a la beca del sistema nacional de creadores de arte que otorga México, confiesa que se divierte con este trabajo.
"No sólo por la oportunidad de armar este rompecabezas, sino porque Tolstói es impredecible: estudia hebreo, aprende a los 66 años a ir en bicicleta, estudia griego para leer a Homero, aprendió con un zapatero su oficio, como si tuviera que combinar el trabajo intelectual con el manual".
nrv