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Con la lectura y la interpretación de su obra, así es como Juan Villoro (1956) pidió celebrar al escritor, guionista y fotógrafo mexicano Juan Rulfo (1917-1986), a propósito del centenario de su natalicio que se cumple hoy.
En entrevista con Notimex, el también Premio Herralde 2004, por su novela Testigo, calificó de digna la postura de la Fundación Juan Rulfo, respecto a que el centenario no se volviera un circo con carros alegóricos, un despilfarro de dinero.
Y es que para Villoro, la figura de Juan Rulfo es tan estimulante, que no deja de activar el pensamiento, la reflexión, la respuesta de los lectores, "y me parece importante que ésa sea la manera en honrarlo: leyéndolo, discutiendo su obra y promoviéndola".
Recordó que la obra del autor originario de Sayula, Jalisco, tiene una permanente novedad no sólo por sus logros estéticos que son extraordinarios y de alguna manera insuperables; sino porque no ha existido nunca un campesino en la vida real que haya hablado realmente como un personaje de Rulfo.
Sin embargo, agregó, nunca un campesino ha sonado tan auténtico como en los textos de Rulfo, él supo captar esta autenticidad de la idiosincrasia mexicana de una manera formidable e insustituible.
Eso ha hecho que mantenga una vigencia muy grande, no sólo por su alto valor estético, sino porque refleja una realidad que sigue siendo profundamente parecida a los textos de Rulfo.
“Pensemos en los cuentos que él escribe con temas de violencia y eso trágicamente sigue siendo la realidad contemporánea, uno de esos cuentos 'Paso del Norte' trata sobre unos migrantes que quieren cruzar a Estados Unidos y son acribillados en el Río Bravo y esta situación hoy en día, en tiempos de Donald Trump, es particularmente actual".
“Lo mismo podemos decir de una figura como Pedro Páramo, un cacique que ejerce del poder de manera omnímoda y esto lo vemos con tantos personajes de México que confunden lo público con lo privado y administran un lugar como si fuera de su propiedad".
Además, subrayó, es un patriarca y esta institución del patriarcado en las familias no deja de ser un problema contemporáneo, si pensamos la figura del padre autoritario, el machismo, muchas de las actitudes que hay en el México contemporáneo.
De acuerdo con el miembro del Colegio Nacional, desde el punto de vista documental y testimonial, Pedro Páramo y El Llano en llamas siguen siendo libros vigentes y lo más importante es que son dos obras de arte y eso se puede refrendar por los muchos escritores que siguen la estela de Juan Rulto.
“Recientemente se han dado casos de jóvenes narradores, como Rodrigo Sánchez Cámara con su cuento ‘Una pura brasa’, inspirado en Rulfo; son dos personajes que están chateando. Es un texto muy contemporáneo y anclado en la tradición rufiana. Las nuevas generaciones están muy cerca de los mensajes rufianos”, consideró.
También dejó claro que Pedro Páramo clausura la famosa novela de la Revolución y, en cierta forma, la narrativa rural de México en los años 10 al 20 del siglo pasado, donde se presentaba un país muy rural, en el que de 80 a 90 por ciento de la población vivía en el campo.
“Ahora bien, la modernidad con que él observa los fenómenos y la destreza técnica de su literatura, hace que se clausure ese periodo y después viene la novela urbana y otro tipo de temas y Rulfo remata con broche de oro, la literatura rural y de la Revolución Mexicana y abre el campo a otro tipo de literatura”, concluyó.
nrv