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¿Se habría imaginado Rupi Kaur tener el éxito que ahora tiene cuando Instagram la censuró por aquel autorretrato donde aparecía con una mancha de sangre menstrual?
Al parecer, no. La poeta canadiense, originaria de Punjab, India, buscaba en principio expresarse a través de las letras pero sin dejar de lado su otra gran pasión: la fotografía.
Luego de aquella polémica publicación, donde se le veía de espaldas, recostada sobre su cama y con una mancha de sangre en el pantalón, la joven de 24 años sufrió censura pero la red social se arrepintió de la decisión. Había nacido una "instapoet", asegura Abc.
En 2014 se autopublicó su primer poemario, milk and honey y su viralización en redes sociales fue un paso estratégico para que su obra fuera rescatada por Andrews McMeel Universal, una importante editorial estadounidense.
"Me alegra que mi generación se exprese a través del arte, llámelo poesía o como le plazca. Me alegra que seamos capaces de escribir libremente sobre lo que nos preocupa o nos asusta. Me alegra que luchemos con palabras", aseguró en una entrevista a Abc la "instapoet", durante su participación en el festival "Barcelona poesía".
La artista asegura que las redes sociales "son el escenario para mostrar nuestro trabajo" y le alegra que sus poemas conecten con sus lectores que, tan sólo en Instagram, suman 1.2 millones.
Kaur se considera una poeta feminista y no le teme a la definición. La gente que se ofende cuando dices que eres feminista no tiene ni idea de lo que significa el feminismo", expresó en la charla.
sc
