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Lawrence Hill, el escritor que es miembro del PEN Canadá, asegura que hemos avanzado en derechos humanos pero aún hay racismo y esclavitud. “Debemos involucrarnos como artistas, como civiles y activistas si queremos construir el futuro de todo del mundo”.
El novelista, ensayista y activista dice en entrevista vía correo electrónico que “quienes están a favor de la integración racial y promueven la democracia, la libertad de culto y el respeto entre los individuos de las diversas razas, religiones y culturas deben alzar la voz y oponerse a las fuerzas del odio y la xenofobia”.
Editorial Almadía con traducción de Pura López Colomé publicó El libro mayor de los negros, de Hill, que a través de una mujer relata la historia de los esclavos africanos en América.
¿Qué tanto de sus historias nacen de la reflexión sobre sus orígenes?
Mis historias provienen de mi imaginación, pero uso mi propia sensibilidad y mi alma para encarnarlas y —en el grado en el que esto es posible cuando se escribe ficción histórica— recurro a mis propias experiencias y las exagero para hacer que éstas parezcan reales. El relato siempre surge primero. La información histórica debe introducirse discretamente, con naturalidad y, cuando es posible, con mesura o sutileza.
¿Hay interés de confrontar la historia y la realidad en su literatura?
Sí, intento escribir novelas para abordar y meditar acerca de la realidad histórica.
¿Su interés en la esclavitud y la discriminación la heredó de su padre historiador y defensor de los derechos humanos?
Mi madre, Donna Hill, también fue una activista de los derechos humanos. Ella aún vive. Es una mujer blanca de 89 años, una americana liberal que se casó con un hombre negro americano (Daniel Hill) en Washington DC, en 1953, cuando era imposible para una mujer blanca y un hombre negro amarse libremente en el sur de Norteamérica. Se mudaron a Canadá, siguieron sus vidas ahí y empezaron una familia. Mis padres, cada uno, escribieron libros sobre la historia de los negros en Canadá, y fundaron una asociación sin fines de lucro, La Sociedad de la Historia Negra de Ontario. Sí, aprendí mucho de ellos acerca de la historia negra y de los derechos humanos, pero también he continuado este viaje por mi cuenta.
El libro mayor de los negro habla de la dignidad y libertad en estos tiempos de intolerancia y racismo
Mi novela hace énfasis en la dignidad humana y la libertad, así como en la capacidad del lenguaje de conducirnos hacia la libertad. No podría exagerar las capacidades de la ficción, pero sí creo que el mundo necesita cultura, libros y lenguaje. Lo necesitamos más que nunca, con el surgimiento del odio y la xenofobia de parte del nuevo presidente de Estados Unidos y su administración, pero también porque somos testigos de similares expresiones de horror en Europa y otros sitios.
¿Vivimos tiempos de odio?
Por desgracia estamos entrando a una época en la que la intolerancia y la xenofobia tendrán gran presencia. La extrema derecha siembra el miedo y el odio en Estados Unidos y otros países. En Canadá el peligro es el mismo. Tenemos políticos que comparten las ideas de Donald Trump. En Europa la extrema derecha va en ascenso.
¿La protagonista, Amínata Diallo representa la lucha de las mujeres en la actualidad?
Sí, creo que Amínata es especialmente hermosa porque se niega a ser victimizada, e insiste en conservar su dignidad y su resistencia emocional incluso frente a injusticias monstruosas cometidas contra ella y sus hermanos. Pienso que la lucha por los derechos de las mujeres es esencial. Tuvo una importancia fundamental hace cientos de años y, por desgracia, se mantiene de muchas maneras como una presión hoy en día. Muchas de los millones de víctimas de la esclavitud contemporánea son mujeres y niñas forzadas a trabajar en el comercio sexual. Incluso en los países desarrollados, niñas y mujeres continúan enfrentando graves amenazas para su seguridad, su situación económica y su igualdad social.
En toda América del norte, incluida Canadá, las mujeres se han manifestado contra de Trump y su política de discursos y acciones contra las mujeres. Hay una gran posibilidad de que la nueva administración de EU revoque el derecho de la mujer a abortar. Creo que los derechos de la mujer, los derechos de las personas y los derechos de las personas africanas deben ir hombro con hombro en su necesidad por ejercer vigilancia y protección.
¿Es fundamental la educación para la igualdad entre los seres humanos?
Amínata debe aprender a leer y escribir para entender dónde está, de dónde viene y cómo regresar a casa. Sí, creo que la alfabetización es fundamental en la libertad del ser humano. Aparte de comida, agua y refugio, no había nada que los esclavos de Estados Unidos y Canadá añoraran más que la habilidad de leer. Porque la lectura y la libertad iban mano a mano.
¿Hoy en día sigue habiendo necesidad de dar batallas?
Sí. Aún tenemos muchas peleas que dar. Debemos mantenernos en guardia y hacer acto de presencia por nuestras creencias más profundas. Todos creíamos que después del Holocausto habíamos visto lo último de la xenofobia, el odio y el genocidio. Por desgracia, esos malignos atributos del ser humano persisten y supongo que cada generación deberá ponerse de pie y luchar. Cada generación tendrá que oponerse y confrontar la injusticia, y abogar por la decencia y la igualdad.