Pese a que se estrenó hace 33 años, la película basada en la novela 1984, de George Orwell, regresará a los cines de Estados Unidos la próxima semana.
Casi 200 salas se unieron para proyectar el martes 1984 como una manera de pronunciarse ante la presidencia de Donald Trump, cuya administración de "hechos alternativos" ya ha llevado a la novela distópica de vuelta a las listas de los libros más vendidos.
"Era algo que estaba en el aíre, la gente quería hacer algo", dijo Dylan Skolnick, organizador del evento y codirector de Cinema Arts Centre en Huntington, Nueva York. "Esto comenzó con una conversación como: 'Necesitamos hacer algo, bueno ¿y qué hacemos nosotros? Mostramos películas'. Así que la respuesta obvia fue: Debemos presentar una película".
Los cines en el país programan tomando cada vez más en cuenta la protesta, presentan películas que han tomado un nuevo impulso entre aquellos que están en desacuerdo con las políticas del presidente republicano. Para mayo, unas 60 salas presentarán cintas de países musulmanes afectados por la prohibición del presidente a los viajeros provenientes de esas naciones. La iniciativa ha sido nombrada Seventh Art Stand y es anunciada como "un acto de solidaridad cinematográfica contra la islamofobia".
Los cines, en especial los independientes, son puntos de reunión y bajo la presidencia de Trump han encontrado un renovado sentido de misión que va más allá de los argumentos usuales sobre la experiencia de la gran pantalla por encima del streaming.
"Para conectar real y genuinamente con otra gente, lo que parece ser un tema constante con el que se enfrenta nuestro país, hay que estar en una esfera pública juntos y hacerlo dentro y a partir del arte", dijo Courtney Sheehan, directora ejecutiva de Northwest Film Forum de Seattle y organizadora de Seventh Art Stand. "No sólo somos un componente secundario de la conversación sobre el cambio social. Este es el punto cero de la acción".
El efecto Trump ya ha sido visto recientemente con el éxito en taquilla de la cinta de terror de Jordan Peele Get Out y el documental de Raoul Peck sobre James Baldwin I Am Not Your Negro, películas que abordan temas raciales que podrían estar quedando fuera de Washington. En la pantalla chica, Turner Classic Movies programó A Face in the Crowd de Elia Kazan con Andy Griffith en el papel de un populista del radio que se convierte en un demagogo político, la cinta fue presentada el día de la juramentación de Trump.
1984, la segunda versión cinematográfica de la novela protagonizada por John Hurt y Richard Burton, se exhibirá en 175 ciudades y 44 estados, así como en Canadá, Inglaterra y Suecia. El evento ha sido organizado bajo el nombre de Estados Unidos del Cine (United States of Cinema). En su página de internet se pueden encontrar los cines participantes.
Se eligió la fecha del 4 de abril porque es cuando el personaje de Orwell, Winston Smith, comienza su diario prohibido como una rebelión contra el gobierno opresor.
"Es una obra que tiene mucha resonancia con lo que está ocurriendo, toca muchos puntos cruciales", dijo Skolnick. "Orwell escribió y la película habla sobre el punto esencial de poder decir dos más dos son cuatro, incluso si el gobierno dice 'No, dos más dos son cinco'''.
Una motivación similar impulsó a Richard Abramowitz, fundador y presidente de la distribuidora independiente Abramorama. Él y Sheehan piensan organizar algo para el Festival de Cine de Sundance en enero y su plan cuenta con el apoyo de Steve Buscemi, Jonathan Demme, Woody Harrelson y más personalidades. Otras empresas se han sumado también, como la plataforma de videos Vimeo, que presentará cortometrajes sobre refugiados.
Cuando se anunció por primera vez Seventh Art Stand hace dos semanas, Sheehan dijo que los cines participantes pasaron de 30 a casi 60. El estado con el mayor número es Indiana. Los cines tienen una larga lista de películas de donde elegir de entre las producidas en Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia.
La más notable es la cinta ganadora del Oscar del iraní Asghar Farhadi El cliente (The Salesman). El celebrado cineasta se abstuvo de asistir a los Premios de la Academia en febrero, en los que ganó su segundo Oscar, por la prohibición de Trump, cuya versión más reciente ha sido bloqueada en las cortes.
Abramowitz dijo que el cine es un "espacio seguro" donde la gente puede experimentar otras culturas "que están siendo amenazadas ahora más que nunca".
"Reconocemos que hay muchas más personas que son receptivas en este país que las que no. Y queremos tratar de crear espacios en todo el país en los que la gente pueda reconocer eso", dijo Abramowitz. "Quizá esta podría ser una buena manera de involucrar a la comunidad en vez de quedarnos de brazos cruzados y enojarnos".
nrv