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José Emilio Pacheco estuvo muy presente en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) 2017. Desde hace cuatro años lo hace a través del Premio Excelencia a las Letras que lleva su nombre y que se ha entregado a Elena Poniatowska, Fernando del Paso, Juan Villoro y Cristina Rivera Garza, pero anoche estuvo presente a través de su escritura periodística reunida en el libro “Inventario”, una obra en tres tomos que anoche presentó por vez primera Ediciones Era.
En el marco de esta feria dedicada a la lectura, Juan Villoro, Eduardo Antonio Parra, Marcelo Uribe y José Ramón Ruisánchez, hablaron de José Emilio Pacheco y de las miles de virtudes de su “Inventario”, un trabajo que sostuvo durante cerca de 40 años, desde 1976 y continúo hasta su fallecimiento en enero de 2014.
Juan Villoro, celebró los “inventarios” de Pacheco y los situó en el contexto del periodismo de la época, la vocación de los periodistas de la época comandados por Julio Scherer, la creación de Proceso y las virtudes del periodismo de ese grupo amplio.
Dijo que “la realidad del periodismo no está en los hechos sino en la manera de contarlos”, esto para asegurar que el afán de José Emilio Pacheco ejerció su oficio desde 1976. “En un ámbito donde los colaboradores de la prensa adquirían importancia, José Emilio Pacheco se presentaba como un testigo que rehuía el primer plano, firmaba con sus iniciales, JEP, y dosificaba sus opiniones para realzar la de los otros. Al hablar de la voz sosegada de Antonio Machado señalo que era un conversar extraviado en una asamblea de oradores”.
Villoro dijo que eso mismo puede decirse del tono de “Inventario” donde rara vez se usa la primera persona y donde los alardes estílisticos se suprimen a favor de la eficacia narrativa. “si para Ortega la claridad es la cortesía del filósofo, para Pacheco es la obligación del cronista”.
Aseguró que esta voluntad de desaparecer contrasta con el tono confesional de otro colaborar del diario, Jorge Ibargüengoitia. “Mientras Pacheco narraba la historia que antecedió al Golpe de Estado en Chile, el calvario de Sacco y Vancetti, la ascensión y caída de Vicente Guerrero, Jorge Ibargüengoitia ofrecía exclusivas de su vida privada y transformaba a sus tías de Guanajuato en celebridades noticiosas”.
Ante Cristina Pacheco y Laura Emilia Pacheco, viuda e hija de José Emilio, Juan Villoro aseguró que en forma brillante ambos registros, establecieron polos complementarios del nuevo periodismo mexicano. “Pacheco apostó por un punto de vista a medio camino entre la crónica y el ensayo”.
Por su parte, Eduardo Antonio Parra recuperó varios de los textos de inventario, sugirió las nuevas lecturas que se pueden hacer a través de estos tres volúmenes que él tuvo a su cargo seleccionar los mejores de entre cerca de los mil que escribió Pacheco.
Marcelo Uribe, editor de Era, dijo que sin duda este libro triple es el proyecto más acariciado, más elaborado y al que le han dedicado más año que a ninguno, por eso agradeció la generosidad de Cristina Pacheco para permitirle editar este libro que aún no circula en librerías y que llegará a ellas a un precio de mil 500 pesos.