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La Secretaría de Cultura federal apoya anualmente 49 ferias del libro en toda la geografía nacional con el espíritu de fomentar la lectura y con ello la cadena productiva del libro en todos sus eslabones, aseguró hoy María Cristina García Cepeda, titular de la dependencia.
Al participar en la inauguración de la 38 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, que del 23 de febrero al 6 de marzo ofrecerá mil 495 actividades a lo largo de mil 100 horas de trabajo, la responsable de la política cultural del país aseguró que “un libro es una conversación inagotable”.
Los libros son, añadió, “interlocutores silenciosos que podemos llevar en la bolsa”, y sostuvo que en cada página están nuevos horizontes y por eso, celebró que sea en esta ciudad donde se realiza esta feria que enriquece la intensa actividad que se realiza, principalmente, por gestión de la Secretaría de Cultura federal.
La lectura no se detiene en la última página de un libro; continua en la vida de cada lector porque el placer de la lectura es grande, dijo, para añadir que “en la acción de leer se encuentra una riqueza sinfín, para integrarla a la realidad de la vida cotidiana de hombres y mujeres que tienen ese hábito maravilloso”.
Carlos Anaya Rosique, presidente de la Cámara nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) y miembro de la organización de la feria, acotó ahí mismo que tras 38 años queda claro que estamos ante la feria del libro más importante del país. “La bibliodiversidad es patente en estos días y la cultura es lo que nos distingue en este mundo integral”.
Detalló que la editorial es una industria creadora de bienes intangibles básicos para el desarrollo y la convivencia social y que las ferias del libro son escaparates de la producción editorial en el país, consecuentemente, arengó, “es hora de aprovechar nuestras capacidades pada un desarrollo nacional en estos momentos de estrecheces mundiales”.
En el mismo acto realizado en el Palacio de Minería en el Centro Histórico de esta capital, sede de la feria, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera señaló que este encuentro literario es una tarea de largo aliento que debe continuar. “La lectura y el conocimiento pueden hacer libres a hombres y mujeres”, dijo.
Recordó que la de Minería fue la primera feria que se realizó en territorio nacional y hoy, la Ciudad de México desea consolidarse como espacio cultural. En ese sentido informó que la Constitución de la Ciudad de México contempla el derecho al acceso a la educación a través de todos los canales de difusión.
En tanto, Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro, estado Invitado de Honor, acotó que la historia de Querétaro es la de México. “Ahí se dio la Independencia, ahí se restauró la República, y ahí, con la promulgación de la Carta magna que nos rige, terminó la Revolución Mexicana”, subrayó emocionado.
En Querétaro, sostuvo, “evolucionamos desde las aulas, recurriendo cotidianamente a los libros y acudiendo los dictados del texto constitucional. Querétaro, con esa historia, suma 150 actividades a través de 280 integrantes de la comunidad artística y cultural de la entidad. Además, vienen 20 editoriales de ese estado”.
En su oportunidad, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, comentó que más allá del petróleo que México tiene, y de los tratados de comercio que tiene, tuvo o puede llegar a tener, su gran valor es su cultura y subrayó que la Feria Internacional del Libro de Minería es de las palabras y del gusto.
En el acto, informó que de acuerdo con las más recientes encuestas, existen más de siete millones de analfabetas en el país y uno de cada cinco mexicanos nunca ha leído, más de dos tercios de la población, con primaria, no ha leído un solo libro en el último año.
nrv