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abida.ventura@elunivesal.com.mx
Hace un año, los escritores del movimiento literario conocido como “Generación del crack” acordaron reunirse en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para hacer un "post-manifiesto del crack". Ayer por la noche, el escritor Jorge Volpi, uno de los principales representantes de ese grupo literario, dio lectura a una parte de ese manifiesto, pero sobre todo lamentó que Ignacio Padilla, otra de las grandes figuras del movimiento, ya no estuviera presente.
"Ya no pudimos hacerlo. En vez de estar leyendo el manifiesto estamos aquí recordando a Nacho y dándonos cuenta de que, con su muerte, el crack ahora sí termina", manifestó Volpi ante los amigos, familiares y lectores que se dieron cita en este lugar para recordar al cuentista y ensayista fallecido en un accidente automovilístico en agosto pasado.
En seguida, Volpi leyó una parte de ese documento en el que apuesta por la ruptura, pero también por la continuidad. “El Crack no fue el único aunque sí uno de los primeros catalizadores de un proceso de recomposición y reidentificación de la literatura en español que de cualquier modo habría ocurrido. Algunos de los entonces firmantes seguimos convencidos de que es posible la ruptura con continuidad”, dijo.
“Reinvindicamos nuestro derecho a la dislocación y estamos conscientes de que otros más diestros y más lúcidos que nosotros se encargarán de crear y de proponer las alternativas sobre los cadáveres que quedan en el campo de batalla en que nos tocó participar”, añadió.
En ese encuentro, en el que también participaron la escritora Rosa Beltrán, el ensayista Pablo Raphel y la agente literaria de Padilla, Antonia Kerrigan; otro de los miembros del crack, Pedro Ángel Palou, lanzó una petición a la FIL de Guadalajara: que el Encuentro Internacional de Cuentistas, que se realiza en el marco de este encuentro literario, lleve el nombre de Padilla como un reconocimiento por sus aportaciones a este género literario.
Por su parte, Rosa Beltrán, quien fuera compañera de Ignacio Padilla en la Academia Mexicana de la Lengua, lo recordó como uno de los miembros más jóvenes de ese instituto y como un autor precoz en todos los sentidos, ya que desde temprana edad comenzó a escribir, a recibir premios, pero que también murió joven.
nrv