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Caminar por la calle Madero, hoy corredor peatonal, puede ser una gran experiencia. Es un espacio recuperado para ver el ir y venir de esta capital, pero cuántos saben que su remodelación estuvo a cargo del arquitecto Felipe Leal, quien también dirigió los cambios en el Monumento a la Revolución, Plaza de la República, o la Alameda Central.

Esta y otras obras pueden ser observadas en el libro Felipe Leal, colección de las creaciones del arquitecto.

Durante la presentación del compendio número 24 de la colección Somosur, editada por Escala, el arquitecto colombiano Carlos Morales definió el hecho como “muy especial, muy significativo, muy simbólico”.

“Este es el último libro que vamos a publicar nosotros. No es un fracaso, no quiere decir un adiós, es la coronación de una aventura bellísima que recorrimos, del habernos encontrado con mucha gente maravillosa. Esta es la corona de la colección.”

El arquitecto Felipe Leal destacó que la arquitectura es una cuestión de equipo, por lo que reconoció a todos sus colaboradores e invitados.

“Estoy muy emocionado por estar aquí. Es una enorme distinción formar parte de esta colección, Somosur. Es un honor formar parte de este grupo de arquitectos.” Destacó que “la arquitectura es un trabajo en equipo, yo lo quiero reconocer, no es personal. Se ha generado un egocentrismo muy desagradable y lo comparo con el cine, con los créditos en los que hay un reconocimiento. Somos una parte (los arquitectos) esencial, nos toca esta parte creativa gestante, pero toda la realización es de la sociedad, muy compleja.”

Su colega y amigo Francisco Serrano aseguró que el trabajo de Leal puede ser ubicado en tres condiciones: “Felipe el imaginativo. Esa imaginación permite ser actual, contemporáneo; el creador, cuando se tiene ese don, hay que convertirlo en un utensilio que beneficie a la comunidad; y la tercera, la de coordinador.” Agregó una anécdota de la casa y estudio del escritor y filósofo Alejandro Rossi, del cual dijo que nunca elogiaba a nadie, pero a “Felipe le echaba flores”.

La arquitecta Paloma Vera catalogó a Leal como “heredero del más puro (Luis) Barragán” y recordó el estudio del escritor Gabriel García Márquez: “El estudio de Gabo es una extensión de sí mismo. (Él) No necesitaba un estudio, necesitaba su estudio y Felipe lo supo hacer tan bien que, como cuenta Carmen Boullosa, ‘la arquitectura lo tenía secuestrado. Se sentía tan bien, porque no quería salir de ahí.’”

Al evento en la Facultad de Arquitectura acudieron Mauricio Rocha, el director de la Facultad, Marcos Mazari Hiriart, y el catedrático Peter Krieger.

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