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Cada lector debe construir con palabras cada asunto, por eso decir ilegal es ponerte en un marco peligroso, refirió el escritor mexicano Yuri Herrera, quien recibirá mañana en La Academia de las Artes en Berlín el Premio Anna-Seghers, por su obra literaria.
“Yo nunca uso la palabra ilegal para referirme a los indocumentados en Estados Unidos. Utilizarla es una posición política. Decir ilegal es ponerte en un margen peligroso. Decir que tu eres ilegal es ponerte en la misma categoría de un secuestrador o un asesino”, indicó en entrevista.
Los libros de Yuri Herrera se han traducido a 10 idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, holandés, noruego, croata, sueco y ahora también al finlandés y portugués, pero éstos últimos todavía no han salido a circulación.
Su más reciente novela Señales que precederán al fin del mundo, se adentra en el medio de los “sin papeles latinoamericanos que viven en Estados Unidos”.
Su obra fue publicada en alemán por la editorial Fischer como una trilogía titulada El Rey, el Sol, la Muerte. La traductora del español al alemán es Susanne Lange, quien es una de las mejores en ese ámbito en Alemania.
Es la autora de la nueva traducción al alemán de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, que le llevó cinco años y salió a la luz en el 2008, además ha traducido ya al alemán varios de los grandes nombres de las letras mexicanas.
Herrera comentó que “curiosamente leí hace unos meses la novela Transit de Anna Seghers, que es la historia de un personaje huyendo en la Segunda Guerra Mundial, refugiado, yendo de una ciudad a otra, tratando de ir a México“.
“Me emociona mucho estar asociado a este tipo de autora; una escritora que tiene una extraordinaria calidad literaria y una capacidad para mirar su tiempo, para entender algunos de los dramas más urgentes de su tiempo”, puntualizó.
“Además es un premio que le han dado a varias personas que yo admiro mucho. Me enorgullece”. Anna Seghers tiene una vinculación muy especial con México. Cuando huyó de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, obtuvo refugio en México.
“Una cosa que yo intento hacer es, cuando escribo, no limitarme a la manera en la que los problemas públicos son definidos, ya sea por los grandes medios de comunicación o ya sea desde el poder”, destacó.
“Lo que hago es contar historias que de alguna manera nos abren otras perspectivas hacia esos asuntos. Tampoco uso las palabras migración, migrante, inmigrante o emigrante. Dejo que cada lector sea quien construya las palabras para definir el asunto”.
En Señales que precederán al fin del mundo, -dijo- “estoy hablando de un viaje que es transformador para la protagonista y en el cual ella descubre también los límites de su propia identidad, de su lengua, del país en el que está, del país al que viaja. Lo enfocó como una experiencia que rebasa al término (migrante), que la limitaría”.
Ese libro se publicó en el 2009, cuando Donald Trump no se perfilaba como futuro presidente de Estados Unidos. “Pero yo creo que desde hace mucho existen esos personajes, quizá no de una manera tan cínica y tan peligrosa como él”.
También publicó hace poco un libro que se llama Talud y parte de una serie de cuentos que salieron en revistas; por otro lado “estoy terminando dos libros que llevo mucho tiempo posponiendo y por fin este año estarán listos.
“Uno de ellos es una narrativa histórica basada en una tragedia que sucedió en una mina en 1920 y el otro es de cuentos sobre temas fantásticos y de ciencia-ficción, además de una nueva novela, que empezaré en 2017 cuyo título provisional es Los creyentes”.
Yuri Herrera tiene 46 años, es originario de Actopan, México, y logró el Doctorado en Español y Literatura en la Universidad de California, en Berkeley. Fue catedrático en varias universidades de Estados Unidos y actualmente vive en Nueva Orleans, donde es docente en la Universidad Tulane.
“Nueva Orleans es una ciudad dura, extremadamente compleja, pero eso es justamente una de las cosas que me gustan de ella. Llevó más de cuatro años ahí pero voy de forma continúa a México por razones personales y de trabajo, de manera que no me siento alejado del país”, concluyó.
nrv