Copenhague.— El cantautor estadounidense Bob Dylan, ganador del Premio Nobel de Literatura de este año, no viajará a Estocolmo a recoger el reconocimiento, que se entrega el próximo 10 de diciembre, informó ayer la Academia Sueca.
“Él desearía poder recoger el premio en persona, pero otros compromisos lo hacen imposible. Y resalta que se siente enormemente honrado por el galardón”, explicó en un comunicado la institución, que el martes por la noche recibió una carta del famoso músico.
La Academia Sueca señaló que “respeta” la decisión de Bob Dylan y que el hecho de que un premiado no viaje a Estocolmo es poco frecuente, aunque no excepcional, como ha ocurrido en las últimas décadas con los británicos Doris Lessing y Harold Pinter y la austríaca Elfriede Jelinek.
“La distinción es aún así suya, igual que la de este año pertenece a Bob Dylan”, resaltó esta institución.
El cantautor estadounidense deberá, no obstante, pronunciar una conferencia de recepción del premio Nobel antes de seis meses a contar desde el sábado 10 de diciembre, de acuerdo con el comunicado de la Academia, institución que dará más detalles en unos días más.
Tras dos semanas con mensajes ambiguos del músico y malestar en la Academia por su falta de respuesta, Dylan aceptó el Nobel de Literatura a finales del mes pasado, aunque entonces no confirmó si viajaría a Estocolmo a recibir el galardón.
La secretaria permanente de esta institución, Sara Danius, reveló entonces que Dylan había agradecido en una llamada telefónica la distinción y que ésta le había dejado “sin palabras”.
El músico estadounidense fue reconocido por crear “nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”, una elección sorprendente por ser la primera vez que la Academia premia a un cantautor con este galardón.
Sara Danius defendió entonces la decisión de la Academia resaltando la condición de poeta de Bob Dylan y recurrió al ejemplo de los antiguos poetas griegos, como Homero, que escribían poesía para ser escuchada e interpretada.
“Puede y debe ser leído”, dijo Sara Danius el pasado 13 de octubre, día en que fue anunciada la concesión del galardón al estadounidense.
La imposibilidad de contactar con el músico provocó una gran polémica internacional, que hizo estallar al escritor Per Wästberg, miembro de la Academia, quien lo calificó de “rudo” y “arrogante”, unas declaraciones de las que se desmarcó la institución de la que forma parte.