Con una muestra de 50 imágenes de textos novohispanos y un simposio integrado por 18 conferencias y seis mesas redondas, el () inauguró el encuentro "El libro en Nueva España, historiografía en construcción" en las instalaciones de la Dirección de Estudios Históricos (DEH).

En declaraciones difundidas por el INAH, el historiador José Abel Ramos Soriano detalló que pese a los dichos sobre la desaparición del libro desde el inicio del siglo XXI "es ahora cuando la industria editorial y las investigaciones acerca de los impresos cobran más fuerza".

Lo anterior, según Ramos, "permitirá continuar con una serie de estudios que, afortunadamente, cuentan cada vez más con un número mayor de especialistas".

Explicó que los temas a tratar en las diferentes ponencias serán sobre libros europeos llegados a la ; el comercio de textos nuevos y usados; las publicaciones científicas; así como la iconografía y cultura visual en los volúmenes, las cuales se complementan con la exposición homónima.

La muestra alberga los antecedentes al libro novohispano y otros temas vinculados como fotografías sobre la Biblia de 42 líneas publicada por Johann Gutenberg en 1454; ilustraciones de los talleres y herramientas usados por los impresores e incluso algunas portadas y páginas expurgadas por el Tribunal del Santo Oficio, señaló.

Destacó entre los ponentes y moderadores a los directores de los museos nacionales de Antropología e Historia, Antonio Saborit, y Salvador Rueda, respectivamente, y Clive Griffin, de la Universidad de Oxford.

Durante la inauguración, la investigadora Marcela Dávalos afirmó que el simposio surgió por el interés historiográfico que se ha dado al libro, la escritura y el analfabetismo.

La primera conferencia "Tesoros musicales de la Nueva España" fue dictada por Isabel Grañén Porrúa, directora de la Biblioteca Francisco de Burgoa, quien habló acerca de diversos libros que ha encontrado en mercados de antigüedades o en archivos, ejemplo de ello es un ejemplar de música coral único en el mundo: "Gradual Santoral", impreso en 1579 por Pedro Ocharte.

También recordó que a partir de la instalación de la primera imprenta en territorio americano en 1539, operada por Juan Pablos en 1539, el negocio tuvo una demanda considerable. Incluso empleados como Antonio de Espinoza y Antonio Álvarez decidieron abrir sus propios talleres con imprentas adquiridas en Europa.

Añadió que para los siglos XVI y XVII ya existía un gran mercado para los impresores, cuyos libros promediaban 150 volúmenes por tiraje, y se vendían a 20 pesos en oro. Inicialmente fueron obras de contenido religioso, filosófico y moral.

"El libro en Nueva España, historiografía en construcción" continuará sus actividades el 6 y 7 de octubre y la exposición mantendrá sus puertas abiertas al público durante todo este mes.

nrv

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses