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El poeta británico Andrew Motion dijo al periódico The Guardian que la mayoría de las canciones se basan en su música, sin ella son banales, repetitivas, nada. Bob Dylan era la excepción y reconoció en su obra no sólo calidad musical, también su calidad poética. En el mundo de la música, Robert Allen Zimmerman fue reconocido, desde sus inicios, como un poeta.
Su música cambió muchos destinos. Entre ellos, el de The Beatles, a quienes conoció en su primer viaje a Europa en 1965. John Lennon, particularmente, quedó fascinado y llegó incluso a imitarlo abiertamente en temas como “I´m loser” y “You've got to hide your love away”. Ya como solista incluyó el nombre de Zimmerman en la canción “God”.
Desde sus inicios, Dylan ha colaborado con innumerables artistas. Por ejemplo, en el disco Higway 61 revisited de 1965, considerado como uno de los más trascendentales en la historia del compositor y de la música, trabajó con Al Kooper y Mike Bloomfield, reconocidos por su trabajo en el blues y el rock. El sencillo fue “Like a rolling stone”.
Otra de las grandes mancuernas que hizo Dylan con el mundo del rock fue con George Harrison. En 1971 se presentó en el mítico concierto de beneficencia para Bangladesh, organizado por el ex beatle, con quien años más tarde, en 1988, fundaría The Traveling Wilburys, a lado de Jeff Lynne, Roy Orbison, Tom Petty y Jim Keltner.
Otro disco que contó con importantes músicos fue Wiggle Wiggle, al que se unieron Slash, David Crosby y Elton John.
En los últimos 60 años no hay músico dedicado al rock que no le deba algo al Nobel de Literatura, de Jimi Hendrix a Leonard Cohen y de David Bowie a Keith Richards.