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Irónico, Guillermo Fadanelli afirma: “Creo que Bob Dylan tendría que haber ganado el Premio Nobel de Medicina, el de Química e incluso el de la Paz; no sé si también el de Literatura. Los suecos podrían ampliar su tradición y dar un premio Nobel a las Artes. ¿Por qué no?”.
El escritor y colaborador de EL UNIVERSAL señala que el Nobel es hoy en día una herramienta de política global que se usa a discreción. “Ha habido premios Nobel de Literatura algo extravagantes, como el que se dio a Winston Churchill, en 1953; o al filósofo y matemático, Bertrand Russell, en 1950. Mas ofrecerlo a Dylan, en mi opinión, es el acto más sorprendente de los escandinavos”.
Su opinión la argumenta. Dice que la literatura lleva en sí su propia musicalidad, sus pausas y su silencio; no requiere ser cantada, aunque la letra de una canción es también literatura, claro; tal vez debido a que la literatura escrita es en sí ya un mundo sonoro e imaginativo el cual no requiere de expresiones fuera de la letra escrita. Se produjeron las críticas al laureado Darío Fo en 1997, actor, activista y dramaturgo (su muerte, por cierto, y aunque contara ya con 90 años incita a la soledad política; lo siento mucho: ¿Muerte accidental de un anarquista? No, es el tiempo que nos conduce a la orfandad: una multitud de Daríos Fo sanarían en algo tanta aberración política)”.
El autor de ¿Te veré en el desayuno?, Malacara y La otra cara de Rock Hudson dice que Dylan ha compuesto cientos de canciones y su balada libertaria es una tradición en Estados Unidos y en el mundo.
“Yo me sumo a cualquier aplauso a su figura (y vamos que a mí me gusta restarme, no sumarme). Sin embargo, cada vez que se hace a un lado de esta clase de premios a Philip Roth, por ejemplo, el desprecio hacia la literatura se hace mayor. Mañana serán los guionistas de televisión los nuevos Nobel de Literatura (hay algunos magníficos, claro)”.
Luego agrega: “Si el comité sueco quiere darle una lección a Donald Trump adelante, aunque es tiempo y prestigio perdidos; ese engendro, Trump, es consecuencia de una sociedad en gran parte deteriorada, consumidora y anti literaria. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que se permitan ser libres en verdad? Siglos. En fin, los premios van y vienen, anclados al presente y sin raíces. Bob Dylan a la presidencia. 'Mamá limpia la sangre de mi rostro / Ya no puedo ver a través de él”.
nrv