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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Mariano Azuela se convirtió en “el escritor de la Revolución” cuando EL UNIVERSAL publicó por entregas su novela Los de Abajo y la elevó a rango nacional al llamarla “la novela de la Revolución”. No fue el único escritor publicado en la colección de novelas semanales que durante 160 jueves aparecieron acompañando a El Universal Ilustrado; allí se gestó un conjunto de folletines de muy diverso género, temática y calibre, escritas lo mismo por narradores que por periodistas e historiadores.
La naturaleza de la colección, pequeños folletines de 32 páginas, a un octavo de pliego, 16.5x 12 centímetros, impresas en papel periódico y apenas con una pastita en couché, complicó su preservación pero no su relevancia; eran tiros masivos que superaban los 50 mil ejemplares y lograron conjuntar un espectro amplio y diverso de la literatura publicada en El Universal Ilustrado entre 1922 y 1925.
Aunque aún no existe la cronología completa y no se sabe con certeza cuántas y en qué orden se publicaron, tampoco cuántos autores participaron —se cree que unos 80 o 90—, las novelas semanales publicadas por El Universal Ilustrado ya tienen una estudiosa y una investigación. Yanna Hadatty Mora, la investigadora ecuatoriana radicada en México desde hace varios años, acaba de publicar el libro Prensa y Literatura para la Revolución. La novela semanal de ‘El Universal Ilustrado’, una coedición entre el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y EL UNIVERSAL, en el marco de su centenario.
Por El Universal Ilustrado pasaron Mariano Azuela, Arqueles Vela, García Icazbalceta, Daniel Cosío Villegas, Salvador Novo, Manuel Gamio, Rafael Heliodoro Valle, José Juan Tablada, Juan Bustillo Oro e incluso Mimí Derba, unos con más suerte de que su novela pasará a la posteridad y otros con publicaciones que siguen inéditas.
“Digamos: las editó EL UNIVERSAL en su momento y no se han reeditado muchas de ellas, por ejemplo había una actriz de época que luego también fue directora, Mimí Derba, de ella se supone que hay dos novelas. Esas novelas no están, aunque ella después sacó una compilación de textos breves, narrativos, no recogió estas dos novelitas, eso para mí es deuda pendiente; de las Memorias de Valente Quintana, este detective raro, encontré una, las otras cuatro no, y no están compiladas”, señala la investigadora.
Hadatty Mora ha registrado alrededor 120 novelas de la colección que estima llegó a superar los 160 títulos, una por cada jueves transcurridos entre 1922 y 1925, pero es emblemática porque congregó una galaxia de los diversos movimientos literarios de la época que convivieron sin problema, por ejemplo, grupos como los Estridentistas y los Contemporáneos.
“Representan el triunfo de la brevedad, es decir, la idea de que en 32 páginas se puede contar una gran historia, entonces creo que las Novelas de El Universal Ilustrado son un antes y un después en la historia de la literatura mexicana. Esa es una gran aportación y parece poco, pero no lo es, era acostumbrarse a leer con otro ritmo, a estar más cerca”, dice Hadatty Mora.
Luego acota: “Otros dos temas centrales eran quiénes escribían, hay muchos periodistas, por eso titulo el l ibro Prensa y Literatura para la Revolución, es decir, hay una revolución en la medida en que una clase media, joven, casi todos hombres que están formándose empíricamente en el periodismo, deciden que pueden contar algo, decir que pueden firmar su trabajo y que algunos de ellos hacen novelas estupendas”, señala.
No sólo son los nuevos autores, además es una forma de literatura abreviada que funcionó y la ampliación de lo que se escribió en los años 20.
“Es una coexistencia de todos estos géneros que permite que luego entendamos que estas pugnas que se daban entre Contemporáneos y Estridentistas no eran tan importantes y decisivas, como lo plantea la historia literaria después. En esta colección aparecían Estridentistas y Contemporáneos y no había ningún problema, estaban todos juntos”.
Para la investigadora de la UNAM, adscrita al Centro de Estudios Literarios, las novelas de El Universal Ilustrado ofrecen otra forma de estudiar la literatura. “La variedad es algo que tendríamos que reconocer. Hubo mucho más que novela de la Revolución en esos años”.
Colección que depara sorpresas. El libro de Yanna Hadatty Mora es producto de una investigación profunda que tiene como antecedente la antología “18 novelas de El Universal ilustrado, 1922-1925” de Francisco Monterde, quien también publicó novelas semanales. Pero el libro de Hadatty va más allá, hace historia literaria. Allí dice que Carlos Noriega Hope fundó el 2 de noviembre de 1922 la colección La Novela Semanal dentro del semanario que también dirigía.
La investigadora detalla que se publicaron títulos tan heterogéneos como la nouvelle estridentista La Señorita Etcétera, de Arqueles Vela, o la primera reedición por entregas de Los de abajo, pero también se encuentran novelas de costumbres y policiales, históricas, experimentales, fantásticas; de escenarios urbanos y rurales; colonialistas e indigenistas; de amor y de política; colecciones de cuentos, crónicas, ensayos y relatos biográficos, y muchos tipos más.
Reafirma que se trata de un proyecto incluyente y sin bandera estética, cuyo criterio fundamental era publicar novela mexicana inédita y ponerla en circulación de manera inmediata y a bajo costo. “Es una colección aún por terminar de descubrir, no sabemos qué otros libros hay, si son buenos, malos o regulares, lo sabremos hasta leerlos”.
Yanna Hadatty no tiene duda que se trata de una galaxia de autores de muchas latitudes. “De repente tenemos a Gregorio Marañón sacando un libro sobre la biología de Don Juan, que definitivamente es un ensayo, o tenemos una experiencia de Humberto Tejeda, escalando el Popocatépetl que se llama justo Popocatépetl y que es una crónica de la ascensión al volcán. Tenemos cosas que son… diferentes, no son sólo novelas”.
La investigadora inició este trabajo pensando siempre en la que para ella es la mejor novela vanguardista: La Señorita Etcétera. “Sin embargo me di cuenta que es la más corta de todas, la que pasa desapercibida, la que no se reedita con imágenes. Para la colección, la gran novela es Los de abajo, entonces me di cuenta que no había que buscar una gran novela, había que permitir que la colección diera lo que realmente había sido: esta mezcla tan ecléctica de autores”.
A lo largo del trabajo tuvo sorpresas, por ejemplo creía que tenía mayor importancia la novela de José Juan Tablada, pero confirmó que no era mala recepción sino que la novela no dio para tanto, se le quedó corta y en cambio dio mucho más Los de abajo, que acabó siendo la apuesta de EL UNIVERSAL, la apuesta del crítico Francisco Monterde y la apuesta de una generación. En las páginas de EL UNIVERSAL, Monterde dijo que la literatura de la Revolución era la literatura de Mariano Azuela y así se definió.
El final de la historia. La serie de las novelas semanales de El Universal Ilustrado concluyó en 1925 cuando un día Carlos Noriega Hope dijo: “La novela semanal no le interesa a nadie. Vamos a invertir ese dinero en otra parte”. Entonces se acabó el folletín.
Yanna Hadatty prefiere una idea metafórica: “En el momento en que se encumbra la novela de la Revolución con Los de abajo, en el momento en que Azuela es la literatura de la Revolución, de EL UNIVERSAL, de El Universal Ilustrado, de la novela semanal, la colección ya no tiene sentido. Azuela era un desconocido antes de esta colección y pasó a ser el autor más entrevistado en México a partir de esta colección, ahí la colección ya no tenía razón de ser”.
El final llegó cuando publicaron una novela realista como Nuestro pobre amigo, con eso, dice la investigadora, “ya no hay novela de vanguardia ni modernista ni simbolista ni virreinalista ni ningún otro tipo de incursión diferente; se acaba la colección. Esa es mi explicación”.
Prensa y Literatura para la Revolución. La novela semanal de ‘El Universal Ilustrado’ se publica en el marco de los 100 años de EL UNIVERSAL, en este contexto Yanna Hadatty Mora le puso punto final, pero asegura que la investigación no está cerrada. “Me encantaría que en algún momento pudiera cerrar la cronología y tener la certeza de todos los números que se publicaron, en el orden en que se publicaron, ese sería en realidad mi final”.
En Confabulario TV. En el centenario de EL UNIVERSAL, que se conmemorará el próximo sábado 1 de octubre, Confabulario TV ofrecerá un programa especial sobre la historia de El Gran Diario de México.
El programa, que se transmite por Canal 22, todos los jueves a las 20 horas, incluirá algunas historias, personajes y momentos en la vida de este diario. El programa se retransmitirá el sábado a las 13:30 horas.