Para Cristina Pacheco, el escritor Carlos Monsiváis (1938-2010) fue un amigo entrañable, con quien compartió el gusto de caminar por las calles de la ciudad "sobre todo de esa ciudad nocturna y magnífica que existió alguna vez".

Así se manifestó la periodista durante la conferencia inaugural de la "Cátedra Carlos Monsiváis 2016", instalada por la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Relató: "Carlos compartió conmigo esa ciudad nocturna y magnifica que existió alguna vez, y una de sus vértebras, la avenida Insurgentes, en aquel tiempo tenía una atmósfera, una luz que formaba un paisaje urbano tan imponente, era como la prolongación de la Facultad de Filosofía, de la Universidad Nacional Autónoma de México".

Pacheco agradeció ser invitada a la DEH porque este lugar fue durante muchos años el centro de trabajo de su esposo, José Emilio Pacheco (1939-2014).

La autora del libro Humo en tus ojos precisó antes de iniciar su ponencia no ser antropóloga ni historiadora, "sólo una periodista que ha contado una larga crónica, un álbum de familia en el que ya se asoman cuatro generaciones", esas que durante cuatro décadas han sido retratadas en su programa de televisión "Aquí nos tocó vivir".

En su conferencia "La calle: la mejor narradora de la CDMX", evocó que en ese andar por la ciudad, escuchó una infinidad de voces que brotaron, y de esas voces habló con Monsiváis, "porque el personaje de mi trabajo siempre ha sido, de alguna manera, la Ciudad de México y en esa ciudad siempre estaba Carlos".

Recordó que cuando conoció a Monsiváis ella era estudiante y al mismo tiempo trabajaba como secretaria de la Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, "Él me parecía un hombre muy atractivo; oírlo hablar era una delicia, no se dirigía a mí, claro, hablaba con Salvador Elizondo, pero con el tiempo nos hicimos muy amigos".

A Carlos le debo mucho —prosiguió la periodista—, con él hice largas caminatas desde Ciudad Universitaria hasta algún punto de Insurgentes a donde me acompañaba, siempre me hablaba de libros, me contaba historias y me platicaba con alguna frecuencia de sus amigos, entre ellos José Emilio, a quien sólo había visto pocas veces.

"Carlos Monsiváis siempre estará unido a mi vida y a la de José Emilio Pacheco, porque fue él quien nos presentó.

Posteriormente en una ocasión José Emilio me acompañó a mi casa, empezamos a caminar y caminamos juntos por 52 años".

En el terreno profesional, recordó que cuando inició su programa "Aquí nos tocó vivir", fue muy criticada por querer entrevistar a gente humilde, pero Monsiváis siempre guardó respeto, hasta que con el tiempo le empezó a llamar para decirle que determinada emisión le había gustado.

La columnista del periódico La Jornada dijo que la última vez que habló con el autor de Escenas de pudor y liviandad fue en 2009, cuando le pidió que los acompañara a España a recoger el Premio Cervantes que le otorgaron a José Emilio, "pero Carlos ya no salía y eso fue como una despedida".

Luis Barjau, director de la DEH y coordinador de la actividad académica, expuso que la Cátedra Carlos Monsiváis nació a iniciativa de un grupo de investigadores, quienes deseaban mantener viva la memoria del escritor, cronista y ensayista mexicano.

Abundó que Monsiváis siempre estuvo presente en el INAH, donde fue investigador desde 1972 hasta 2010, y en la DEH fundó el Seminario de la Cultura Nacional, posteriormente impartió un taller del libro en el que aportó su impresionante erudición.

"Carlos Monsiváis fue un cronista especializado en temas mexicanos, particularmente de la Ciudad de México".

La cátedra continuará el próximo 3 de octubre con la conferencia "Carlos Monsiváis y el Periodismo", que ofrecerá Luis Hernández, y el 4 de octubre Marta Lamas dictará la ponencia "Monsiváis, el misógino feminista", en la Dirección de Estudios Históricos (calle Allende 172, Tlalpan Centro), a las 17:00 horas. Entrada libre.

sc

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