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Las mujeres fueron una gran influencia en la vida del poeta español Federico García Lorca (1898-1936), empezando por su madre, quien lo adoraba y prefería sobre sus otros hijos, advierte Dionicio Morales, quien disertará sobre el tema, en el marco de los 80 años de muerte del granadino.
La sesión, a realizarse mañana en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, será enriquecida por una lectura dramatizada que hará de la obra lorquiana la primera actriz Susana Alexander.
Ella dará voz a las protagonistas del teatro de García Lorca, de quien destacan las obras: El maleficio de la mariposa, Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, entre otras.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordó que la obra dramática y poética de García Lorca es una de las más importantes del siglo XX, y que fue justo a través de la mirada femenina que el autor granadino retrató la vida de la España de su época.
Para Dionicio, esa influencia femenina latente, hace que sus mujeres sean tan entrañables, porque aunque nacen de una zona determinada de España, él, a través de su obra, las universaliza.
El también ensayista recordó que la primera obra de García Lorca que vio representada en México fue “Doña Rosita la soltera” y lo impactó tanto que desde entonces se convirtió en lector asiduo del escritor andaluz.
También se refirió a la tríada que forman las obras Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, un pináculo del teatro lorquiano, porque considera que sus personajes tienen una fuerza pasional que van del odio a la ira.
Para Morales, al exaltar la presencia femenina en la literatura, Federico García Lorca se adelantó a su época, dándole vigencia a su obra.
García Lorca, abundó, era un hombre de ideas, por ejemplo en su obra Mariana Pineda, cuando él habla de esta mujer, que sí existió y se hizo muy popular a principios del siglo XX en España.
“Hay una historia acerca de ella, de que murió por ondear la bandera con los nombres de libertad, que estaba en contra del régimen que los tenía oprimidos. En esta obra, Lorca es tan visionario, que cuando habla de Mariana Pineda, está hablando de su propio asesinato, porque Lorca murió de esa misma manera”, concluyó.
nrv
