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“La solución (a los problemas de violencia) es de los mexicanos y la tienen en sus manos. Los mexicanos se hicieron la revolución, buscaron la libertad, deben inventar remedio a esta situación. Porque no son los otros países que lo van a hacer para ellos. Estados Unidos no va a hacer nada, porque aprovechan la inmigración, la mano de obra de México y no dan mucho en cambio. Así que la solución no viene de Estados Unidos, no viene de Europa, viene de México mismo”, dijo el Premio Nobel de Literatura, Jean-Marie Gustave Le Clézio este mediodía.
Durante un encuentro con la prensa, el escritor e intelectual francés que encabeza el cartel del Hay Festival Querétaro, afirmó que él vivió en Michoacán en una época en donde todo era muy pacífico; y reconoció que una de las causas de la problemática probablemente tiene una causa política, pero no es la única cosa, hay también dificultades económicas.
“De ese tiempo una gran parte de la población masculina se fue del otro lado a trabajar y dejó los pueblos despoblados. Pueblos chicos de la sierra Carrasca o del Bajío, en los últimos años que estuve ahí, estaban poblados casi únicamente de ancianos, niños y mujeres, los hombres estaban del otro lado trabajando”, afirmó el Nobel que esta tarde tiene una conversación con la escritora mexicana Carmen Boullosa.
J. M. G Le Clézio también habló de la problemática europea, de las causas de los atentados y la segregación racial. Dijo que el porvenir de Europa depende de su capacidad de escuchar, de copiar el ejemplo del resto del mundo. “Es una cuestión de educación. Los escritores tienen absolutamente el deber de renunciar a las formas de nacionalismo y de racismo por todos sus medios, escribiendo, hablando, participan en encuentros”.
Aseguró que por su parte echó a andar la Fundación para la Interculturalidad y la Paz, en la Isla Mauricio, una fundación pequeña que trabaja a nivel local y se dedica al encuentro de los niños en las escuelas.
“Los niños entienden que la pobreza no es una enfermedad, que ser diferente no es una falla, al contrario que cada quien debe contribuir al bien común. Puede parecer utópico pero creo que actuando con los niños de las escuelas es sembrar semillas para el porvenir. Yo creo que la respuesta a todo eso es la educación. Hay que educar a Europa, necesita educación”, dijo.
El narrador francés que esta mañana recibió las llaves de la ciudad de Querétaro como huésped distinguido, contó que está por concluir una nueva novela titulada Alma; y trabaja en tres ensayos sobre tres escritores mexicanos: Sor Juana Inés de la Cruz, Juan Rulfo y Luis González González.
nrv