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Lejos de aleccionar, las historias de Roald Dahl son trasgresoras y desobedientes. El narrador inglés, que ha vendido más de 250 millones de libros para niños en todo el mundo y que ha sido traducido a 55 idiomas, ideó relatos protagonizados por niños en los que los adultos suelen ser seres malévolos y despiadados, y en los que echó mano de un gran humor negro y malicioso.

En Matilda, unos odiosos padres abandonan a la pequeña a su suerte; en Charlie y la fábrica de chocolate, Dahl retrata a niños insoportables que reciben castigo por glotones, presuntuosos o mascar chicle todo el día; en James y el melocotón gigante, un niño se muda a vivir con sus tíos, quienes lo ponen a trabajar muy duro hasta que, cansado de los regaños y las peleas, escapa; en La maravillosa medicina de Jorge, un chamaquito inventa una poción para deshacerse de la refunfuñona abuela, luego su familia se llega a la conclusión de que vive mucho mejor sin ella.

Las decenas de historias que crecieron en el bosque literario de Dahl están más vivas que nunca, no sólo porque buena parte de ellas han sido adaptadas al cine, sino porque este narrador nacido en Llandaff, un pequeño pueblo de Gales, en Gran Bretaña, hoy será objeto de un homenaje en el marco del centenario de su nacimiento.

En México, entre finales de 2015 y principios de 2016, Alfaguara publicó 16 títulos para niños y dos libros autobiográficos. En general, los tirajes rondan los 3 mil ejemplares, algunos títulos tuvieron hasta 7mil ejemplares, como Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate y James y el melocotón gigante. En total se han imprimido 115 mil ejemplares de la colección y se han vendido en México 74 mil ejemplares desde otoño de 2015 a la fecha.

Las ediciones de Alfaguara incluyen el logotipo renovado que la fundación de Roald Dahl acordó para todas las ediciones del mundo. De esas ediciones México ha exportado 27 mil ejemplares a Latinoamérica: Perú, Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Panamá, El Salvador Honduras, Nicaragua y República Dominicana.

Aunque en su tiempo no siempre sus historias gozaron de buena crítica, en la actualidad es uno de los escritores más reconocidos y leídos por los niños, porque en el fondo Dahl modernizó los viejos cuentos de hadas, con crueldad implícita incluida y con la virtud de que reflejan la realidad de la vida.

Dahl nació en 1916 y murió en Oxford a los 74 años, su entrada al mundo de la literatura infantil nació primero con la palabra oral, antes de ser libros devorados por los niños con no tan buena recepción de sus padres, Dahl le contó esas historias a sus cuatro hijos.

Por sus oídos pasaron las aventuras de Sofía, la niña de un orfanato raptada por un gigante bueno que vivía en una lejana tierra de gigantes, tal como ocurre en El gran gigante bonachón. Fueron sus hijos quienes escucharon primero cómo un niño de siete años, protagonista de Las brujas, mientras se encuentra de vacaciones en casa de su abuela en Noruega, recibe la noticia de la muerte de sus padres en un accidente automovilístico.

Un universo malévolo y macabro. Dahl no sólo fue un autor de literatura infantil, aunque en ese género es un clásico. Es allí donde tiene miles de lectores y varios libros publicados. Alfaguara México tiene cerca de dos decenas de sus títulos en su colección Alfaguara clásicos. Ahí destacan Cuentos en verso para niños perversos, Charlie y el gran ascensor de cristal, Danny, el campeón del mundo y Agu Trot.

Es un autor de historias para adultos. Alfred Hitchcock llevó a la pantalla chica Hombres del sur, que luego retomó en una cinta Quentin Tarantino. Escribió varios cuentos macabros y eróticos para adultos, que luego de publicarse en revistas llegaron a la serie de televisión Relatos de lo inesperado.

Aunque Dahl escribió también guiones para películas; concibió famosos personajes como los Gremlins, y sus obras han sido llevadas al cine, el gran reconocimiento lo tiene en la literatura infantil, tanto que en su página oficial, https://www.roalddahl.com/home/
kids
, comenzaron una cuenta regresiva que culminó hoy a primera hora, para unirse al “Roald Dahl Day”, en el que escuelas, bibliotecas y librerías celebran el nacimiento del autor con lecturas, disfraces y concursos.

Y es que en Reino Unido, Roald Dahl no sólo se han publicado sus Obras completas y sus libros tienen varias ediciones y reimpresiones, además, desde el pasado junio, la Oxford University Press lanzó el Diccionario Oxford de Roald Dahl, que contiene cerca de 8 mil entradas de palabras inventadas por el narrador y que fueron reunidas por la lexicógrafa Susan Rennie. Sin embargo, allí no paró la cosa, palabras como “Oompa Loompa”, que describe a los pequeños trabajadores de Charlie y la Fábrica de Chocolate; “Dahlesque” (Dalesco), que se refiere al mundo de ficción y fantasía que creó Roald Dahl, así como “Splendiferous”, que describe una situación más que espléndida; y otras como “Squishous”, “Squizzle” y “Scrumdiddlyumptious” fueron incorporados hace unos días al Oxford English Dictionary.

El Diccionario Oxford de Roald Dahl y las ediciones que ha lanzado en México Alfaguara son también un homenaje a Quentin Blake, el amigo e ilustrador de toda la vida de Roald Dahl. Todas las ediciones mexicanas señalan que 10% de los derechos de autor generados por la venta de los libros serán donados a las organizaciones benéficas que apoya la fundación Roald Dahl´s Marvellous Children´s Charity.

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