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El Museo Universitario del Chopo presenta hoy la exposición "Modernidad pirateada", un trabajo colectivo que parte del análisis de distintas culturas musicales del país, con base en las propuestas del antropólogo indio Ravi Sundaram. Considerando que los procesos de copia son vías de incorporación a la producción y consumo de bienes y servicios, en la exposición se presentan los elementos de originalidad que estas nuevas formas introducen.
La muestra aborda temáticas como la relación musical entre Monterrey y Colombia, la escena punk de Guadalajara, el black metal mexicano, las disqueras independientes o el movimiento sonidero de la Ciudad de México. Todo dentro de un contexto que busca evidenciar la apropiación musical en la cultura desde grupos muy diversos.
Jota Izquierdo, investigador que realizó la selección de muestras, definió en entrevista cómo han construido el concepto de piratería a lo largo del trabajo colectivo: “Se escapa a razonamientos y acotaciones: a veces es rebelión, y en otras es supervivencia, dependiendo de dónde se articule. En Tepito se vive la supervivencia que pasa a ser un negocio; por otro lado, el movimiento anarcopunk propone la libertad de la cultura y reclama que actualmente hay una privatización que no permite acercarnos a ella. En general, es una respuesta a las condiciones socioeconómicas del mercado y del país; nos invitan a consumir, pero no favorecen las condiciones para ello.”
La disposición de la muestra busca romper con la normalidad de las salas en museos: las instalaciones representan escenarios de baile, conjugan las melodías tropicales con los colores heterogéneos de los tianguis de discos o películas y juegan con cabinas de video y audio para mostrar parte del acervo que se ha revisado durante todo el proceso de investigación.
Para Izquierdo, “la cultura sonidera también está sufriendo la persecución que vivió el rock; se está prohibiendo en la ciudad porque se relaciona con la delincuencia, con lo naco, de forma muy racista, pero aún así logra darse a conocer por medios alternos; de no ser por elementos como la piratería o el Internet no alcanzaría los niveles que ahora tiene.”
“Pretendemos llevar el tema a la reflexión, para que salgas a la dinámica de la ciudad y puedas observar particularidades en un sentido distinto”, mencionó el investigador español.
La selección incluye obras gráficas, videos e instalaciones de los colombianos Jorge Silva y Dario Blanco, Mirjiam Wirz de Suiza, y también de mexicanos como Diego Ibáñez, Yasodari Sánchez, Enrique Arriaga, Laureana Toledo, entre otros; participan también los colectivos Audimix y el Proyecto Sonidero.