Más Información
Con prórroga o sin ella, elección judicial va, asegura Taddei; afirma que presupuesto de 13 mmdp no es ninguna “ocurrencia”
Así fingió “El Guacho” su muerte para vivir en Estados Unidos; su esposa es hija de “El Mencho”, líder del CJNG
INE aprueba calendario y programa de trabajo para elección judicial; hay un retraso del 15% en actividades
Senado inicia discusión para aprobar reforma contra maltrato animal; Estado debe garantizar su cuidado y conservación
Diputados inician debate para crear supersecretaría de García Harfuch; prevén que dictamen se apruebe por unanimidad
Dice estar cansada de sí misma después de viajar mucho, tras obtener el Premio Nobel de Literatura en 2015. Sin embargo, la bielorrusa Svetlana Alexievich ofreció hoy en Barcelona una larguísima rueda de prensa, en la que dejó frases como ésta: "La idea comunista volverá a nuestras vidas".
Con vocación de periodista desde que era una niña, la escritora explicó que ha pasado treinta años escribiendo lo que denomina la "Enciclopedia de la utopía roja", con libros como La guerra no tiene rostro de mujer, Los muchachos de zinc o El fin del homo sovieticus, en los que recoge, a través de voces anónimas, la vida del "socialismo cotidiano" de los últimos cien años.
La intelectual aseveró que, gracias a su experiencia de exiliada en países como Suecia, Alemania o Francia, ha visto, especialmente en el país escandinavo, "mucho socialismo", que se nota en cuestiones como la justicia o la política fiscal, lo que la lleva a pensar que, "cuando una sociedad se encuentra en una etapa de evolución de la conciencia, llega a elementos del socialismo".
"Es por este motivo -proseguió- que no podemos decir que el socialismo sea una idea mala; lo que era mala era la versión rusa".
Tampoco fue benévola con los actuales gobernantes ni de Bielorrusia ni de Rusia, surgidos de la Perestroika, aunque no olvidó que la sociedad proveniente del régimen comunista tampoco estaba preparada para la libertad.
Alexievich subrayó que "en los años noventa, en la época del romanticismo, pensábamos que se marcharían los comunistas y vendría la libertad". "Pero se venció al monstruo del comunismo y ahora debemos de vivir con las ratas que salieron de nuestra propia alma".
En cualquier país dictatorial, las personas quedan niveladas y tienen "enterrado un monstruo, una personalidad deformada", y, cuando de repente se encuentran con la libertad, "nadie sabe lo que es", señaló.
Sin embargo, alguien siempre se queda con el poder, y en el caso de los países soviéticos "el poder fue cogido por los ladrones, quienes se repartieron la riqueza", mientras la gente "soñaba con el socialismo de rostro humano".
Aunque Alexievich dice que ya no tiene miedo de nada, el "momento es muy peligroso", con los nuevos patriotas yendo en contra del mismo Vladimir Putin, porque creen que "es demasiado débil, por perder la guerra con Ucrania o no aterrorizar a América". "Rusia -dijo más adelante- necesita siempre una idea mesiánica".
Respecto a sus nuevos proyectos literarios, avanzó que está escribiendo un libro sobre el amor, que junto con la muerte, son, en su opinión, las cuestiones más importantes para las personas, aunque desveló que tiene dificultades para hablar con los hombres sobre ello, porque no sabe qué puede preguntarles.
sc