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Las manos son la parte de su cuerpo a la que siempre recurre Fernando del Paso cuando quiere describir los recovecos de su personalidad. La derecha es con la que escribe, y la izquierda con la que dibuja. Pero por mucha que sea la pericia de las manos, nada podrá evitar que por lo que se lo conozca en España a Del Paso sea por su voz. En un homenaje ayer en la Universidad de Alcalá de Henares al premio Cervantes, el periodista Juan Cruz recordaba que la voz radiada de Del Paso en su época de locutor de la BBC en Londres era una de las pistas más firmes que le llegaban a los españoles durante la dictadura de que existía un mundo fuera más libre y civilizado.
Consciente del poder evocador de esa voz, Del Paso ayer apenas quiso utilizarla. Con humor contó que ya no le gusta oírse: “Hoy no me darían un contrato en la BBC. Después de un infarto cerebral he tenido secuelas largas y dolorosas, y recuperé el habla pero la voz se quedó por otro lado. Tengo una voz de viejito que no aguanto”.
En su lugar tomaron la palabra Pablo Raphael de la Madrid, director del Instituto de México en España; Fernando Galván, rector de la universidad: José Carreño, director del Fondo de Cultura Económica, y Juan Cruz. El motivo de la charla era la reedición de Viaje alrededor de El Quijote.
Es un lugar común buscarle a los ganadores del Cervantes una afinidad con el escritor de Alcalá, pero en el caso de Del Paso su interés por El Quijote es una militancia que lo ha llevado a intentar desmontar “un enorme mecano mundial que convirtió El Quijote en otra cosa de lo que es en la pluma de Miguel de Cervantes”.
Citando a Del Paso, sus presentadores recordaron cómo la curiosidad de escritor por el caballero manchego se transformó en amor, y luego en una obsesión que “retroalimenta amorosamente” y que lo llevó al Viaje, en el cual carga contra los críticos de la novela (Nabokov entre ellos) y se divierte pinchando clichés e interpretaciones tan bienintencionadas como desvirtuadoras de la obra, por ejemplo la que emparenta a Alonso Quijano con Jesucristo.
Ante un salón abarrotado de lectores, del escritor se destacó su raigambre joyceana, su creatividad lingüística y su finísimo humor. Carreño deseó que dentro de cuatro siglos nazca un nuevo Fernando del Paso que diseccione la obra del Fernando del Paso actual y escriba un Viaje alrededor de Palinuro, José Trigo o Noticias del Imperio. También aseguró que el escritor se comprometió a trabajar en el segundo tomo de La sombra de la historia, sus ensayos sobre el islam y el judaísmo que quedaron interrumpidos por la enfermedad de la que ahora se recupera.
Fernando del Paso se mostró muy emotivo. Dijo estar abrumado por la concesión el pasado sábado del al premio Cervantes y por todos los actos en su honor.
En uno de ellos, una exposición en la misma universidad, se pueden revisar los dibujos que forman parte de la nueva edición de Viaje alrededor de El Quijote, además de materiales que ya se han expuesto en México, como dibujos originales del escritor, algunas de sus corbatas más chillonas y curiosidades como un cortometraje en el que dos Del Paso discuten: el escritor diestro y cerebral, y el pintor manchado de óleos y con el pelo alborotado. Las dos mitades, enfrentadas y unidas por la misma voz.