Inscrito en la temática de la llamada weird fiction o "ficción de lo extraño", el escritor mexicano Bernardo Esquinca (1972), aseguró que desde la época de la Revolución Mexicana a la fecha, la literatura mexicana ha padecido de un realismo recalcitrante.
Entrevistado a propósito de su nueva novela titulada "Carne de ataúd", el autor tapatío, quien ha escrito cuento, novela y ensayo, señaló que se ha abusado del realismo, a pesar de que existen otros géneros literarios.
"No ha habido variedad y por alguna razón, que deberán analizar académicos, la mayoría de mis colegas se ha encantado por el realismo, habiendo otras posibilidades de expresión.
"Siendo México un país ligado desde la época prehispánica al pensamiento mágico y superstición, los narradores han huido, parece que es un defecto. No hablo de la calidad literaria de las obras, sino de que no han abundado la narración de lo fantástico y del terror en México", indicó.
Bajo el sello Almadía, Esquinca presenta una nueva novela que narra el nacimiento de la nota roja, género periodístico que desde hace más de un siglo retrata fielmente el alma violenta y oscura de nuestro país.
En ella, se tiene como protagonista a Eugenio Casasola, reportero de "El imparcial", que transita un momento de quietud en su carrera y su vida personal, pero un fantasma del pasado reaparece para robarle la tranquilidad: el asesino conocido como el "Chalequero", quien se pudre en una celda del castillo de San Juan de Ulúa por asesinar prostitutas 20 años atrás, y que misteriosamente parece estar de regreso.
Aunque Eugenio sospecha que quizá la tormenta que se cierne sobre la Ciudad de México sea la encarnación de un mal aún peor.
Entre las sesiones espiritistas de Madame Guillot, las riñas y el arte decadente de Julio Ruedas, y la mirada vigilante de Carlos Rougmanac, inspector de policía con un plan secreto para acabar con el crimen, esta novela reconstruye los misterios de una época, al tiempo que rastrea el origen de sus males más arraigados, los más profundos.
La novela es parte de una saga y ocupa un lugar extraño porque es como la precuela. El protagonista es Eugenio Casasola, quien aparece en el Porfiriato, dijo Esquinca, quien refirió que es en esta época, el Porfiriato la que le sirvió para enmarcar el nacimiento de la nota roja.
La nota roja es uno de los hilos conductores de esta saga policiaca y que cuando me puse a investigar, deseaba narrar la Ciudad de México a finales del siglo XIX y principios del XX y justo este género se gestó en la Ciudad de México en la época del Porfiriato.
"Lo principal de esta historia es la trama, y de esta el asesino, el ´Chalequero´ que fue un personaje real, un asesino serial en México; también, un zapatero que asesinaba prostitutas ancianas en el rumbo de Peralvillo, en el Río Consulado que ahora es una calle.
"Se trata de una novela histórica porque ocurre en el pasado porque varios personajes de la vida real, salen de ella y otros más de ficción que incorporo", dijo el autor.
Contó que el trasfondo de su novela es este personaje que estuvo encarcelado en San Juan de Ulúa y que en 1908, aparece de nuevo en la Ciudad de México para volver a las andadas.
"Esto es el trasfondo de la novela, porque el ´Chalequero´ marca el auge y declive del Porfiriato. Hay varias capas en esta novela y otra trama más que es en realidad la principal, consiste en el otro asesino, en apariencia sobrenatural y que el pueblo identifica como la bestia y que es quien comete otros crímenes.
"Entonces esta trama se despliega en distintas épocas del siglo XIX y XX y la novela pues, viaja de 1888 hasta 1908", señaló.
Obsesionado por la Ciudad de México, la cual siempre lleva hasta sus cuentos, señalo que en esta obra deseaba indagar sobre los años del Porfiriato, "porque se fundan las bases del país como lo conocemos hoy".
"Todo este imaginario, ligado a lo policiaco, al terror que siempre abordo, es un escenario perfecto para que juntara mis obsesiones y las pusiera en una sola novela.
"Es el país que se convierte lo que es hoy, pero que tiene mucho del pasado y época colonial y como narrador me parece interesante situarme ahí y recrear esa época", dijo.
Para Esquinca, en "Carne de ataúd", novela histórica que mezcla lo policiaco con lo fantástico, el lector se queda con la recreación de una época, que, aunque han pasado 100 años, está muy cercana a la actualidad.
rqm