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La escritora mexicana Elena Garro fue recordada en el marco del centenario de su nacimiento, con una sesión de lectura dramatizada que revivió para sus lectores obras como “Los recuerdos del porvenir", “Un hogar sólido” y “Andamos huyendo”, entre otros.
La actriz Mariana Hartasánchez fue la encargada de la lectura de estas piezas de la autora poblana, nacida el 11 de diciembre de 1916, y fallecida en Cuernavaca, Morelos, el 22 de agosto de 1998.
En la sesión, realizada en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, de la capital mexicana, también se habló de su gusto por la literatura fantástica alemana, las características de su obra, sus amistades, así como su relación con el ámbito cultural y literario nacional.
La Secretaría de Cultura federal destacó que en el acto, que forma parte de las actividades por el Día Internacional de la Mujer, José Carlos Castañeda, experto en la obra de Garro, recordó a la autora como una persona que se veía como uno de sus personajes.
La vida de Garro, dijo, se confunde muchas veces con la ficción. “De repente decía que nació en 1920. No fue así, pero ella siempre sostuvo que nació ese año. Decía que no se había divorciado de Octavio Paz o cambiaba la fecha de su boda, así como los lugares donde vivió”, comentó.
Castañeda compartió a los presentes que en los archivos de los servicios de inteligencia estadounidenses se tenía un perfil de Elena Garro elaborado por agentes de inteligencia radicados en México.
Aunque reconoció que “no es la mejor fuente de información sobre una personalidad literaria, menos si hablamos de una escritora que vivió entre fugitivos y se dedicó a encubrir su identidad en una trama de ficción”.
Por ejemplo, dijo, “Los recuerdos del porvenir” ocurre en el ambiente de la cristiada. “En sus relatos se respira la zozobra y desesperanza que acompañó las hostilidades de la Guerra Fría, hasta alcanzar ese punto de quiebre de la desgracia del 68”.
Para Castañeda, en la obra completa de Elena Garro hay un registro del canon fantástico desde sus primeros cuentos y escritos hasta su obra máxima “Los recuerdos del porvenir”, pero no considera que sea una precursora del realismo mágico.
“A quien afirma que su vida fue fascinante como sus libros, podríamos decir que su biografía es una trama más, una confabulación, en cada una de sus confesiones encierra una controversia, su escritura semeja una imagen reflejada en el agua que pierde su perfil hasta desfigurarse”, comentó.
Según él, Garro era alérgica al rigor de las clasificaciones estrictas. La nostalgia era su inspiración y la pérdida del paraíso un tema recurrente en sus historias y como narradora buscó revivir al “México olvidado, abrazado por la fuerza de la modernidad.
rqm