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Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) fue un autor que siempre tuvo dudas, que no la hizo en la poesía ni en el teatro y aunque “El Quijote” es obra cumbre de la literatura universal, tampoco se puede decir que haya triunfado como literato, consideró el narrador y cuentista mexicano Rafael Hernández Barba.
Durante una charla ofrecida en el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), que concluye hoy, Hernández habló de las inconsistencias de la obra, aunque reconoció que junto con la Biblia es de las más leídas de todos los tiempos y en todo el mundo.
En la actividad, organizada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, a través del programa Libro Club, el cuentista hizo un breve recorrido por la obra de Cervantes Saavedra, al tiempo que contó parte de la trama.
En un principio, dijo, Cervantes comenzó a escribir esta obra sobre un hombre, al que más adelante le agregó una pareja y fue así como surgió el también legendario e inseparable Sancho Panza.
“El Quijote, consideró, fue el gran éxito de Cervantes, pero de manera experimental, toda vez que el escritor español nunca fue a la escuela, “a una universidad”, quizá por eso, especuló, Cervantes siempre estuvo dudoso hasta de su obra.
“Deseaba hacerla en la poesía y pues no, en teatro tampoco, no la hizo en literatura, no fue famoso, de tal manera que fue dudoso y (al Quijote) acabó metiéndole un montón de historias.
“Le metió la historia de los amantes, del cautivo; contaba una historia y luego metía otra, y dudaba una y otra vez, y así lo hizo mucho en su primera parte”, consideró.
Acompañado por la música del flautista Antonio Ortega, narró por momentos de manera “cantinflesca” esta obra a los amantes de esta historia en la que su personaje se caracterizaba por ser un idealista, medio deschavetado.
rqm