Una serie de crónicas que conforman una gozosa gira por 18 años de la vida mexicana integran el libro “Tiempo transcurrido”, presentado anoche en el marco de las actividades de la (FILPM), en esta capital.

Se trata de un trabajo del escritor , quien retrata una época con innegable fidelidad y al mismo tiempo crea situaciones radicalmente ficticias, armonizando lo real y lo imaginario para ofrecer al lector una visión completa de un fragmento de historia.

En la Capilla de este espacio cultural, el autor estuvo acompañado de Joselo Rangel, integrante de Café Tacvba, José Luis Paredes “Pacho”, ex baterista de La Maldita Vecindad, y de Diego Herrera, integrante de Caifanes, quienes elogiaron este trabajo que ofrece una nueva edición conmemorativa.

A 30 años de su primera publicación, esta ocasión le pone música con el lanzamiento de un disco compacto titulado “Mientras nos dure el veinte”.

El proyecto reúne la música con la literatura teniendo a Diego Herrera, Alfonso André, Federico Fong y Javier Calderón musicalizando textos de Villoro, pertenecientes al libro mencionado en el cual, el escritor crea un retrato fiel de la Ciudad de México usando diferentes momentos y elementos representativos para ella entre 1968 y 1985.

En esta publicación, que lleva el sello del Fondo de Cultura Económica (FCE), Villoro realiza una crítica mordaz, sincera y llena de sentido del humor de una sociedad en plena efervescencia y transformaciones sociales, políticas y culturales.

Al tomar la palabra, Joselo Rangel señaló que “Tiempo transcurrido”, es un libro que “leímos mucho antes de formar el grupo, estoy seguro que nos enseñó una lección importante, que una banda no sólo se junta a ensayar y ya, sino que debe tener un concepto, una historia, un estilo y que debe surgir de la imaginación”.

Recordó que estando en la universidad se vieron influenciados por la pluma de Villoro y agregó que en ese tiempo, había una inquietud por descubrir el rock mexicano y cómo debía de ser”.

“Juan Villoro no formó su banda de rock, pero nos dio sus cuentos como un mapa; quizá nadie fue consciente de ello en su momento, pero todos aportamos nuestro grano de arena para conformar esto que se llama rock nacional”, dijo.

La obra, agregó, transcurre con una propuesta mexicana a lo que les viene de afuera, es una reacción natural del rockero mexicano y siendo Villoro un rockero de corazón, hizo lo mismo que nosotros: inventar rock mexicano que no se deja asir ni atrapar.

“Villoro lleva de la mano por un recorrido poético-musical por la Ciudad de México, es un gran espectáculo, están los grandes ‘hits’: el cuento de Madona de Guadalupe, el de los Glitter de Lindavista, un cover de Pablo Neruda, entre otros”, indicó.

José Luis Paredes “Pacho” comentó que la serie de crónicas que se presentan en el material son definitorias en la historia del país; la de 1968 y el sismo de 1985, sin embargo, dijo, se trata de un relato que está escrito desde la visión de personajes insignificantes, que aunque ficticios, retratan una cotidianidad real.

Refirió que en este texto, Villoro narra la epopeya de los habitantes de esta ciudad de la década de los 60, reconstruye el imaginario de la época desde la mirada de los jóvenes comunes provenientes de diferentes colonias como Satélite, Lindavista, Aviación Civil, de diferentes estratos socioeconómicos.

La obra también evoca los recuerdos de quienes asistieron en vivo a una era llena de esperanza y rebeldía inherente a la evolución musical.

Al ritmo del punk, pop y metal y a través de sus letras, el escritor da las herramientas para comprender el proceso por el que tuvieron que pasar decenas de jóvenes de tres décadas distintas para obtener identidad y quebrar los cánones establecidos por una sociedad mexicana conservadora.

“Se trata de personajes anónimos que no pasaron a la historia con éticas intrascendentes, revoluciones individuales, batallas insignificantes en las que sus protagonistas ponían en juego su propia vida. Rebeliones hormiga que cambiaron el país”, expresó Pacho.

Diego Herrera, compositor de “Mientras nos dure el veinte”, habló de cómo se gestó el sencillo y de las complejidades que padecieron y agregó que en él, “se llevó a Juan de los ámbitos literarios a los rockeros”.

“Se trata de hacer de música desde otro punto de vista, es un proyecto peligroso del que no sabes a dónde vas a llegar, pues una canción, existe todo un esqueleto que no sabes cómo va acabar y en este caso, teníamos que esperar la palabra que te tenía que llevar a la siguiente parte y si Juan leía más lento, teníamos que estar aguantando, inventar todo un código para poder comunicarnos los músicos entre el escenario para que esto se pudiera dar”, señaló.

De acuerdo con Juan Villoro, el proyecto se presentará en junio en diferentes foros de esta capital, de la mano del propio escritor y los músicos participantes.

rqm

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