La Universidad Nacional Autónoma de México, dijo el doctor Juan Ramón de la Fuente, ha tenido el papel fundamental "de ser la conciencia crítica del país", pero dados los tiempos que México vive, la institución académica también "tiene que ser la conciencia ética".
Durante la presentación del libro Universidad Rediviva. Diálogos con Juan Ramón de la Fuente del escritor y colaborador de EL UNIVERSAL, Ignacio Solares, presentado esta mañana en el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), el doctor que fuera rector de la UNAM indicó:
"El papel fundamental de la UNAM es y ha sido siempre, es ser la conciencia crítica del país, pero agregaría algo que no tenía muy claro cuando fui rector, por los tiempos que estamos viviendo en México también nos toca ser la conciencia ética del país, porque lo que a México le urge, en mi opinión, es la recuperación de la ética en el servicio pública. En esto, la UNAM puede hacer una gran contribución en estos tiempos complejos que estamos viviendo".
Agregó que la UNAM ha hecho grandes contribuciones al país a través de su quehacer académico, "no tanto de su quehacer militante".
"No creo que la UNAM deba ser una institución militante porque se desnaturalizaría; la militancia en una democracia es muy plural, encontrada y compleja, pero en mi opinión no le toca a una institución educativa asumir esa militancia", indicó.
El libro recupera los diálogos que el escritor Ignacio Solares mantuvo con De la Fuente, quien rememora con agudeza crítica los días aciagos de la huelga estudiantil de la UNAM en 1999, y extrae reflexiones pertinentes acerca del papel insustituible de la universidad pública en la sociedad contemporánea.
De abril de 1999 a enero de 2000, la máxima casa de estudios de nuestro país, estuvo paralizada por la huelga estudiantil más larga de su historia. Tantos meses de inactividad, tensiones y escaramuzas entre las partes en conflicto, desgastaron profundamente el tejido social al interior de la institución. Los costos de la huelga fueron incalculables, no sólo en términos económicos, políticos y sociales, sino también académicos, científicos y culturales.
Tan pronto como fue designado rector de la UNAM a finales de 1999, Juan Ramón de la Fuente emprendió una ardua estrategia para restablecer la concordia y el diálogo entre los diversos sectores, y así superar el conflicto y regresar a las aulas, pero también para reconstruir las vías de entendimiento institucional, retomar a marchas forzadas la actividad académica y científica, y restaurar el abatido prestigio de la Universidad, a fin de colocarla otra vez entre las mejores de Hispanoamérica y del mundo.
A la presentación también acudieron los periodistas Leonardo Curzio y Carmen Aristegui.
La comunicadora apuntó que el libro de Solares permite regresar a la memoria de ese gran momento que vivió la UNAM.
"Además de la Universidad, en el libro hay disertaciones, ideas muy valiosas para pensar al México que estamos viviendo y en los gran desafíos que arroja nuestra Universidad Nacional; están también algunas ideas sobre las funciones básicas del estado, qué papel debe jugar la Universidad cuando se habla de un proyecto de nación, si es que tal cosa existe y si no, qué hacemos al respecto; qué tipo de ideas y conceptos tenemos que colocar en el debate público respecto al tema de la democracia, la educación pública; los desafíos demográficos que enfrentan las universidades y el diseño de un sistema educativo con una fuerte demanda de espacios que no son resueltos; el libro nos lleva de la mano a esos otros grandes temas que están interrelacionados con la Universidad. Nos lleva a pensar en cómo querríamos a México", dijo Aristegui.
Por su parte, Curzio aseguró que se trata de un libro que recuerda un periodo fundamental para la historia de México. "Nos entregan un libro que nos deja a todos reflexionando".
Solares leyó fragmentos del libro para ofrecer un panorama de lo que se ofrece, por ejemplo, la reacción de la opinión pública, la intelectualidad y los medios de comunicación.
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