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Guadalajara.— Fernando del Paso es una celebridad. Su presencia provoca, de inmediato, aplausos de pie. El escritor lanza besos y sonrisas. Sus lectores hacen filas para tener un autógrafo, una foto. El autor de Palinuro de México se deja querer, irradia alegría. Se presentó ayer en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para decir que en un tiempo no todo fue ovaciones, también hubo carencias porque mantener a una familia con cuatro hijos no era fácil.
En aquellos días el periodismo lo mantuvo a flote. Los artículos que escribió cuando “no había lana” son recopilados en el libro Amo y señor de mis palabras. Artículos, discursos y otros sobre literatura, publicado por Tusquets.
“Una vez que pasé un periodo de dos años con mi familia becado en Iowa, decidí brincar el charco, quería ir a París pero no pude, se me ofreció un trabajo en la BBC de Londres como periodista, luego como traductor, locutor y productor de radio. Nos fuimos para Londres y me di cuenta de que no me alcanzaba el dinero para mantener a mi familia, entonces se me ocurrió escribir artículos para México”, contó el narrador en el Salón 2 de la FIL.
Recordó que el entonces presidente Luis Echeverría realizó un viaje oficial a Londres y la Embajada ofreció un coctel para todos los mexicanos residentes. Ahí conoció al director del desaparecido periódico mexicano El Día, quien le ofreció publicarle un artículo semanal. “Eso fue muy bueno”, dijo.
Aquella estancia en Londres le permitió algo más: conocer los museos de Inglaterra y de otras partes de Europa. “Yo, que tanto amaba la pintura, sólo conocía las obras en láminas, pero allá me encontré con los museos europeos”.
Así fueron surgiendo numerosos artículos sobre literatura, pintura, teatro, política, artistas, incluso, de futbol. “Un día mi querido Julio Scherer me dijo que por qué no escribía sobre la Copa de futbol que estaba ocurriendo en España. Le dije que sí, pero no sabía nada”, dijo entre risas.
En ese nuevo libro también figura un texto que tituló Carta a Juan Rulfo, que ha permanecido inédito, hasta ahora.
El autor estuvo acompañado por Antonio Ortuño, quien dijo que el arte de Del Paso se ha construido con erudición, paciencia, rigor y riesgo, ingredientes fundamentales en los artículos reunidos en ese libro: “Es, simultáneamente, una clase magistral del mejor escritor mexicano vivo, un repaso de las claves de una poética personal”.
Por su parte, Jorge F. Hernández sostuvo que la obra y las palabras de Del Paso “nos han ayudado a pensar, a engrandecernos”. “Cuando te he leído me he sentido mejor persona”, dijo.
