Al ser investido con el Doctorado Honoris Causa por al Universidad de Guadalajara, el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente manifestó que el fortalecimiento a la educación y a la cultura son el proceso para un Estado democrático y que la democracia necesita leyes para que funcione. “En una democracia pueden fallar muchas cosas. Es un sistema perfectible, pero lo que no puede fallar es la justicia, por eso, en los casos de Ayotzinapa, Tanhuato y Apatzingán tiene que haber responsables”.
En su discurso de recepción, celebrado en la universidad, en un ceremonia a la que acudió su familia, amigos como Elena Poniatowska y el actual rector de la UNAM Enrique Luis Graue Wiechers, el intelectual mexicano aseguró que en la educación está la posibilidad real de eliminar la injusticia, la discriminación y la pobreza, por eso su confianza está en la cultura de la legalidad.
El doctor por la UNAM dijo que la mejor política de inclusión es la inversión en la educación y que el principal reto de México es el desarrollo con justicia, sobre todo en estos tiempos en que a la pobreza se ha sumado la violencia, la inseguridad y el desfase entre política y sociedad.
De la Fuente señaló que México debe avanzar hacia la sociedad del conocimiento, y aunque se están dando casos, hace falta mayor trabajo; dijo que la discusión en las redes sociales como plaza pública lo llevan incluso a pensar que éstas podrían ser el quinto poder.
Celebró y dijo mantener su convencimiento de que la universidad debe ser pública, laica, de calidad y de trascendencia inobjetable, tal como es la Universidad de Guadalajara, una universidad que, dijo, conoce, reconoce y ha sabido albergar la reflexión y el diálogo. Una universidad que hoy lo reconoce y lo suma a una lista de personajes importantes como Adolfo Sánchez Vázquez, Leopoldo Zea, Luis Villoro, Fernando del Paso, Miguel León Portilla y Mario Molina.
Luego de un video donde se dio cuenta de los aporte de Juan Ramón de la Fuente a la educación, a la medicina, al pensamiento y la función pública, el rector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla, le impuso la medalla que es símbolo del Doctorado Honoris Causa y dijo que le ha sido concedido por sus contribuciones a la psiquiatría, la medicina, la ciencia, la academia y su labor en la vida pública.
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