yanet.aguilarelunivesal.com.mx

En torno a Peggy Espinosa orbitan artistas y escritores con el más alto talento. En su catálogo, que supera los 125 títulos, hay obra de Vicente Rojo, Manuel Marín, Jan Hendrix, Chiara Carrer, Jill Hartley, Mario Marín del Campo y Sebastián; y de autores como Italo Calvino, Juan José Arreola, Jorge Esquinca, Antonio Ortuño, Hugo Hiriart y Pablo Rulfo, que juntos conforman un mosaico editorial que desearía cualquiera.

Pero más allá de los autores, hay un objeto del deseo en el trabajo orquestado por Peggy Espinosa: las obras de arte que son cada uno de los títulos en el catálogo de Petra Ediciones, la editorial tapatía que fundó en 1990, y que está cumpliendo 25 años de imaginar, confeccionar y publicar libros para niños, justo en este año en el que a Peggy Espinosa le otorgan el Homenaje al Mérito Editorial.

La editora y diseñadora se suma así al conjunto de editores, como Arnaldo Orfila Reynal, Roberto Calasso, Jorge Herralde, Beatriz de Moura, Francisco Porrúa, Michael Krüger, Inge Feltrinelli y Jaume Vallcorba, que han recibido el Reconocimiento al Mérito Editorial que desde 1993 otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Es la primera vez que este reconocimiento se otorga a una editora de libros para niños.

Petra Ediciones es una casa editorial singular, casi única en México, no lo es tanto en su lector objetivo: los niños y primeros lectores; lo es en la propuesta imaginativa con la que asume cada nueva obra respecto a sus vocaciones: arte, fotografía, teatro, libros documentales y cultura ciudadana. Siempre está tras las nuevas formas editoriales y los modelos de acercamiento arriesgado.

Aunque también ha sido un camino de aprendizaje, sobre todo los primeros años, la labor que reconoce la FIL en el caso de la directora editorial de Petra, es de talento, creatividad y arte. Peggy Espinosa arma y proyecta cada título de su catálogo como una propuesta integral, arriesgada y temeraria porque propone al lector construir su propio universo a partir de la composición de las imágenes, la fotografía, el diseño, la propuesta artística, la tipografía y por supuesto el texto, que a veces supone varias cuartillas y muchas veces unas cuantas líneas.

“Trabajamos el libro como libro sabiendo que la narrativa no sólo está en las letras, trabajamos mucho en lo que es la imagen y su relación con el texto y el libro como libro, sabemos que tenemos, que necesitamos aprender a leer la narrativa de diferentes estéticas y de diferentes géneros”, afirma Espinosa en entrevista vía telefónica desde Guadalajara.

La diseñadora que crea mundos de imágenes asegura: “Detrás, no de cada libro, pero sí de muchos, hay mucha investigación de mi parte; investigo no tanto qué otros libros se hacen, sino que veo cómo se aprende a leer, qué miradas voy a hacer, qué sienten los niños con los personajes, cómo afrontan el diseño”.

Sus libros son obras, cajas mágicas de las que surgen apuestas artísticas, juegos, teatrinos, artificios que seducen. Lo ha hecho en títulos tan emblemáticos como Lotería fotográfica mexicana, Animales en el agua de papel, Escenario Múltiple, Títeres y zarampahuilos, A cada quien su casa, Tortugas en el espacio de papel y Cómo construir un volcán.

Camino de aprendizaje. La directora de Petra Ediciones, ganadora del Best Children´s Publisher of the Year, en la región Centro y Sudamérica, otorgado por la Feria Internacional del Libro de Bolonia, estudió diseño gráfico en la Escuela de Diseño y artesanía del INBA. Trabajó en la Imprenta Madero, bajo la dirección artística de Vicente Rojo, y luego allí hizo libros para la UNAM y diseñó la colección Río de Luz para el Fondo de Cultura Económica. También fue parte de La Chispa, la primera revista de ciencia para niños.

Entre 1986 y 1995, Peggy Espinosa diseñó títulos para el Programa Libros del Rincón de la SEP, que la metió de lleno al mundo de la edición de libros para niños, la acercó a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, donde conoció a ilustradores fenomenales y la situó en el camino del libro para niños y primero lectores, al que ha dedicado 25 años de vida y que le ha hecho ganar premios.

Ha sido un camino de aprendizajes. En 2003, luego de obtener un primer premio en Bolonia, sus libros ya estaban en las librerías, en las ferias se vendían “pero sentíamos que no eran lo que los papás querían, ellos seguían buscando libros de moralejas; tres o cuatro años después se empezaron a vender, en ese momento lo entendí, creo que por ahí hemos hecho algunas cosas, me doy cuenta que es otra narrativa que tiene mucho que ver con lo que hemos hecho a lo largo de estos 25 años”.

Así, la impulsora de libros como El guardagujas, 1998 (New Horizons Mention 2000, Bologna Children’s Book Fair); Italo Calvino en México, 2006; y ¿Circulo o cuadro?, 2006 (Premio al Mérito Editorial Caniem, categoría Preescolar) se mantiene en la búsqueda de nuevas obras que la lleven al límite, en tanto hace un alto para recibir el Homenaje al Mérito Editorial, el próximo lunes 30 de noviembre a las 20 horas.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses