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La poeta uruguaya Ida Vitale afirmó hoy que en tiempos como los actuales la poesía clama por la sensibilidad, la inteligencia y la integridad que ayuden a rechazar el retroceso de la civilización y no olvidar lo que aún puede hacerla más alta.
Al recibir en Madrid el XXIV Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que entregan la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, Vitale manifestó que la poesía “parece inútil e inocente” en medio del sufrimiento y del mal que se ve en estos días tras los atentados en Francia del pasado 13 de noviembre.
En la ceremonia, la reina emérita Sofía, acompañada del secretario de Estado español de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia Aldaz, entregó el premio dotado de un diploma que lo acredita, 42 mil 100 euros, además de la edición de una antología.
La escritora aseguró que “la poesía, que no requiere ideologías ni propicia fanatismos, que abre fronteras sin peligro, sin transportar el mal y el arbitrio del dolor, rampa ignota de lanzar al mar de la libertad”.
En el acto en el Palacio Real de Madrid, la también ensayista leyó un poema dedicado a la reina Sofía, quien le entregó el galardón, y en el que se preguntó sobre sus años como poeta de cara a los caminos que pudo tomar en la vida.
“Aunque una parte de la vida es sueño, siempre he querido distinguir la inútil fantasía o delirio de lo útil porción debida a nuestro solo empeño”, destacó.
En este texto agradeció “a la geometría imperiosa que abre plenitudes musicales, pinturas y paisajes desiguales, el amor y su página premiosa, por todo lo que pide ser escrito”.
El presidente del Patrimonio Nacional de España, Alfredo Pérez de Armiñán, consideró que la galardonada al igual que Juan Ramón Jiménez “es una voz poética que ha sabido encontrar el perfecto equilibrio entre la perfección sensorial y la cristalización conceptual precisa, aquilata y rigurosa de la realidad”.
En su mensaje, recordó que el exilio le abrió las puertas de la Universidad de México y Octavio Paz escribió de ella que sus palabras “tienen la movilidad y la mutualidad de la naturaleza porque son creadoras y expresan una cosmovisión, llevando en sí mismas el mundo conceptual que ellas encierran”.
El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez destacó el poema de Vitale “La palabra infinito” para recordar que “cualquier límite o frontera que se quiera trazar es una falsedad, porque el infinito es el infinito”.
“Las divisiones del conocimiento no provienen de la naturaleza, sino de nuestra limitación. Las fronteras no las erige nuestra identidad, sino que son la más precisa delimitación de los contorno de nuestros miedos”, reflexionó el académico.
rqm
