La escritora mexicana Jennifer Clement, que ha sido elegida como la primera presidenta en la historia del Pen Internacional, se comprometió hoy a luchar contra la represión femenina en todo el mundo porque dijo "la violencia de género es una censura".
A pocas horas después de haber sido elegida por una amplia mayoría de los delegados del 81 congreso del Pen Internacional, celebrado en la ciudad canadiense de Quebec, como la primera presidenta de la organización, Clement esbozó cómo será su mandato.
"Llevo 20 años en el Pen, en el centro mexicano. Y siempre me ha llamado muchísimo la atención que dentro del acta constitutiva, que se escribió en 1921, no se toca la cuestión de género", declaró.
"Sólo habla de cuestiones de odios por raza y por clase. Creo que ya llegó el momento donde tenemos que agregar género ya que las mujeres en muchas partes del mundo están sufriendo censura de género, censura solamente por haber nacido mujer. Y creo que es el momento en el que Pen tiene que dirigirse a este problema", añadió.
Clement, nacida en 1960 en la localidad estadounidense de Greenwich pero que se trasladó junto con su familia en 1961 a México, país en el que ha residido desde entonces, expresó su satisfacción y sentido de responsabilidad por su elección como presidenta de la organización mundial de escritores.
"Es un gran honor y me siento muy contenta. También es una responsabilidad dirigir esta organización que va hacia sus 100 años. Me va a tocar a mi preparar ese momento y me da mucha felicidad el poder hacerlo", dijo.
La escritora mexicana expresó su convencimiento de la capacidad de la literatura para transformar la sociedad.
"Si pienso profundamente, es una parte que rige mi vida, que la novela sí es un lugar de protesta social, sí es un lugar donde se han cambiado leyes, donde se han cambiado las formas de pensar", comentó.
"Pienso en 'Oliver Twist' que cambió las leyes para los niños que trabajaban en fábricas, si se podían llamar fábricas realmente. O las novelas de Émile Zola en Francia, que cambiaron las condiciones para los mineros, o las novelas de Victor Hugo la situación para los pobres", continuó.
"Las novelas de Jane Austin o Charlotte Bronte realmente cambiaron las ideas sobre si las mujeres podían ser dueñas de propiedad o no. Las novelas son un gran lugar para ejercer el cambio. Es perfecto que la literatura este dentro de todo el proyecto de Pen. No es una contradicción", terminó señalando.
Clement, autora de obras en inglés como "Widow Basquiat", "A True Story Based On Lies" y "Prayers for the Stolen", que han sido traducidas en más de una veintena de idiomas, ha trabajado toda su vida en la lacra de la trata de mujeres y niñas en México.
"He escrito mucho sobre el maltrato de las mujeres. El tráfico de mujeres, niñas en especial, en Guerrero. También sobre el maltrato de las sirvientas que en México es un problema terrible", explicó.
"Pero como esto es Pen, esos temas realmente no entran dentro de lo que vamos a estar trabajando. Todo tiene que estar dirigido hacia la libertad de expresión. Pero yo si pienso que la violencia de género es una represión, es una censura. Hay que abordar eso", afirmó con convencimiento.
Clement, que fue presidenta del centro Pen México de 2009 a 2012, uno de los periodos más difíciles de violencia contra periodistas y escritores en México, puso como ejemplo la situación de las escritoras y periodistas en el país latinoamericano.
"Las mujeres reciben diferentes tipos de amenazas. Son acosadas sexualmente, pueden ser violadas. El maltrato es siempre diferente", concluyó.
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