El escritor y periodista Leonardo Padura, que ha inmortalizado a la Cuba contemporánea, defendió hoy en Brasil su tarea de cronista y aseveró que el país que retratan sus novelas se acerca más a la realidad que el que reflejan los diarios oficiales.

"En cuarenta años, cuando alguien lea los periódicos cubanos y mis novelas, dirá que son dos países distintos", afirmó en una rueda de prensa el principal protagonista de la Fiesta Literaria Internacional de Paraty (Flip), en el litoral de Río de Janeiro.

Y garantizó: "les puedo asegurar que el país de mis novelas se parece mucho más a la realidad que el país de los periódicos (cubanos)".

Aunque siempre evita hablar de "régimen" y jamás cae en la trampa de los periodistas que insisten en sonsacarle una crítica hacia el Gobierno castrista, Padura dijo que en sus obras hay "una lectura política subliminal" pero poniendo por delante el "punto de vista social".

"Dentro de Cuba hay lecturas muy críticas con respecto a mi obra porque la consideran una literatura que va contra el sistema y, en cambio, fuera de Cuba consideran que defiende y sustenta el sistema", continuó.

Galardonado recientemente con el Premio español Princesa de Asturias de las Letras, Padura subrayó "la gran libertad" para escribir de la que goza en la isla caribeña, donde trata de mantener una relación "cordial" con las autoridades, porque -recordó- "yo escribo para los cubanos a pesar de que vivo de mis lectores internacionales".

"He conseguido que todas mis novelas se publiquen en Cuba y sin que se les cambie ni una palabra", recalcó.

Padura, que fue "marginado" en los años noventa por ser un autor de literatura negra, es hoy uno de los escritores habaneros con mayor proyección internacional, gracias a su alter ego Mario Conde, el detective ficticio más emblemático del mundo "paduriano".

"Hoy me reconocen por ser un escritor de novelas policíacas, así que creo que he ganado la batalla", dijo.

El autor, quien se confiesa admirador de "la personalidad" del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, criticó también las desigualdades del continente Latinoamericano e instó a " reelaborar una utopía porque, hablando en cubano, el mundo está muy jodido".

Sin embargo, Padura es "optimista" respecto al nuevo rumbo de la política cubana e incluso dijo que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro "están dando un ejemplo al mundo" con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.

Padura es la estrella destacada de la FLIP, el principal festival de las letras en Brasil, que se inauguró el miércoles y dio hoy el disparo de salida a una programación en la que tienen cabida 40 autores, 17 de ellos extranjeros, y el énfasis está puesto en la novela negra.

Una temática estrechamente vinculada a Paraty, ya que la localidad donde se celebra la fiesta se ha visto en los últimos tiempos amenazada por el narcotráfico.

Otro de los pesos pesados del cartel de hoy es el irlandés Colm Tóibín, que regresa a la FLIP después de once años y que acompaña, en la sección anglosajona del certamen al dramaturgo inglés David Hare, nominado en dos ocasiones al Oscar.

El inmortal de las letras brasileñas Mario de Andrade (1893-1945) será el homenajeado en esta decimotercera edición, al cumplirse siete décadas de su fallecimiento.

El gran ausente de la cita es, en cambio, el italiano Roberto Saviano, que canceló el lunes su participación porque no fue autorizado a salir de Europa por motivos de seguridad y ha sido sustituido por el periodista inglés Ioan Grillo y el mexicano Diego Osorno.

rqm

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