El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa consideró hoy que la amenaza terrorista del islamismo radical "se puede y se debe combatir con mucha energía" y pidió apoyar a los musulmanes moderados que le hacen frente.
"Es una amenaza que afecta principalmente al mundo islámico. No hay que olvidarse que la inmensa mayoría de las víctimas del terror del islamismo radical son musulmanes moderados o gente que pertenece a sectores de minorías religiosas o laicos", declaró Vargas Llosa en una rueda de prensa en Belgrado.
"Creo que debería haber una movilización mucho más general, más amplia, de solidaridad y apoyo con quienes dentro del propio mundo islámico están resistiendo la amenaza del fanatismo terrorista", indicó.
El escritor hispanoperuano de 79 años señaló que "provoca una enorme inquietud muy justificada" la situación de gran violencia que golpea "precisamente a los más desvalidos, quienes no tienen cómo defenderse contra el terror".
El autor de obras como "La ciudad y los perros", "Conversación en la catedral" o "La casa verde" ha llegado a Belgrado por invitación de la casa editorial serbia Laguna, que ha publicado desde 2008 doce de sus novelas, la última "El pez en el agua", un libro de memorias.
Al referirse a la globalización, afirmó que "es lo mejor que ha pasado al mundo".
"El lento desvanecimiento de las fronteras va a crear un mundo donde haya más posibilidades de paz, de comunicación, de entendimiento entre gentes de diferentes lenguas, tradiciones, creencias, costumbres", consideró.
Aseguró que la globalización permite a los países pobres unas oportunidades para crecer y para pasar a ser modernos "que no ha existido nunca en el pasado".
Para Vargas Llosa, "quienes se oponen a la globalización tienen una visión completamente anacrónica de lo que es el progreso y, si esa actitud hubiera prevalecido a lo largo de la historia, los seres humanos no habríamos salido de las cavernas y nunca hubiéramos llegado a las estrellas".
Según el escritor, "la literatura cambia el mundo" a través de "la conducta de los lectores, a quienes ayuda a formarse desarrollándoles la sensibilidad, estimulándoles una imaginación, despertando en ellos un espíritu crítico".
"No se puede probar, porque como la acción de la literatura es indirecta no es cuantificable, el efecto que ha tenido el Quijote o 'Guerra y paz' o 'Los miserables' sobre la vida de las naciones", dijo a la prensa en el Instituto Cervantes de Belgrado.
"Pero de lo que yo sí estoy absolutamente seguro es que mi vida sin Cervantes, sin (Leo) Tolstoi, sin Víctor Hugo, sin (Gustave) Flaubert, sin (Marcel) Proust, sin (Gabriel) García Márquez, sin (Julio) Cortázar, sin (Jorge Luis) Borges sería mucho más pobre y mediocre de lo que es", explicó.
Vargas Llosa aseguró que haber leído a esos y otros grandes autores ha enriquecido su vida y "ha influido enormemente" en su manera de pensar, creer y actuar.
"Esa es la manera cómo influye la literatura", señaló, y aseguró que si tuviera que empezar de nuevo "elegiría la literatura sin vacilar".
"Ser escritor es la mejor suerte que pueda vivir una persona", indicó Vargas Llosa, para quien la literatura "es una pasión".
Anoche, en la ciudad serbia de Novi Sad, a unos 80 kilómetros al norte de Belgrado, el escritor peruano habló de su literatura en un teatro local ante unos mil 400 espectadores, según los organizadores.
A Vargas Llosa le fue concedido en esta ocasión el premio especial "Milovan Vidakovic" del Festival internacional de la prosa "Prosefest".
Vargas Llosa llegó a Serbia procedente de Montenegro, donde en su honor la casa editorial "Nova knjiga" estableció un premio internacional de literatura. El escritor hispanoperuano será el presidente de honor del jurado, que otorgará el premio una vez al año.
rqm