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A Juan Ramón de la Fuente hay temas que le intrigan, unos más que le fascinan y otros tantos que le preocupan, en todos siempre está México, el país en el que nació en 1951 y al que ha dedicado su obra y varios de sus trabajos intelectuales. Hace unos días recién se ha puesto en circulación A quién le importa el futuro. Las disyuntivas de México, un libro de ensayos y artículos sobre algunos de los temas torales de México; pocos días antes apareció Marihuana y salud, un compendio que ha suscitado una recepción extraordinaria entre la crítica y los interesados en la temática.
Sobre esa obra que es producto del Seminario de Estudios sobre la Globalidad que dirige el doctor De la Fuente en la Facultad de Medicina de la UNAM, habla en entrevista con Confabulario el académico e intelectual mexicano que asegura que, aun cuando él como médico reconoce que consumir marihuana no es bueno para la salud, no está de acuerdo con criminalizar a quien la consume.
“No podemos seguirlos metiendo a la cárcel, como tenemos ahora en nuestros centros de readaptación social a más de 150 mil personas, la mayoría jóvenes, muchas de ellas mujeres, que están ahí no por producción, no por tráfico, sino por posesión de drogas. Dos de cada tres por posesión de marihuana”, afirma Juan Ramón de la Fuente, quien asegura que México está listo para abrir la puerta a la marihuana medicinal y no le queda claro “por qué las autoridades de salud han sido tan renuentes”.
Su preocupación la sustenta en lo que está haciendo en este momento México con quienes consumen marihuana. “Si los pescamos con una dosis mayor de 5 gramos, que es muy poquito, los metemos a la cárcel. Eso es con lo que no estamos de acuerdo, porque no son delincuentes; el prohibicionismo tiene consecuencias muy graves, no disminuye el consumo, no encarece el producto y lo único que ha hecho es que crezcan mercados clandestinos manejados por el crimen organizado, son las tres consecuencias claras del prohibicionismo, la siguiente consecuencia es que del prohibicionismo se pasa a la criminalización”.
El coordinador del libro que reúne ensayos de otros estudiosos como Dení Álvarez Icaza, Rodolfo Rodríguez Carranza, Luciana Ramos Lira, Oscar Prospéro García, Francisco Mesa Ríos, Gady Zabicky Sirot y Mario Melgar Adalid, confía en la discusión pues dice que se ha sentado un precedente con la importante resolución de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a partir del planteamiento del ministro Arturo Zaldívar.
“Esta resolución importantísima abre la puerta para que ahora sí el debate salga de la academia, donde ha estado desde hace muchos años y llegue a los recintos legislativos, a los medios de comunicación y a todo el ámbito social de acuerdo a lo que corresponde a una sociedad democrática”, afirma el intelectual, quien apremia a seguir ahondando en las consecuencias de la resolución de la Corte sobre el uso recreativo.
El gran mérito del libro publicado por el Fondo de Cultura Económica es que ofrece una visión integral de la marihuana, es decir un análisis desde la molécula hasta la sociedad, pasando por todo el espectro de la discusión clínica, el uso medicinal, el uso recreativo, el abuso, sus consecuencias sociales, los marcos jurídicos. Luego de las reflexiones desde ese amplio espectro, los ensayos vuelven a la parte fundamental que es la botánica, la química y la farmacología para proponer un debate desde la ciencia.
La propuesta desde el arranque fue plantear los temas con un lenguaje razonablemente accesible pero sin perder el rigor porque lo que les interesaba es que la obra fuera lo suficientemente rigurosa para que quien quisiera consultarla pudiera encontrar una respuesta válida.
“Cuando hablamos de marihuana convencional es muy importante que la gente entienda que no se trata de que ahora vamos a ponernos a prescribir ʽchurritosʼ de marihuana. Yo no me imagino a ningún colega que la esté prescribiendo, lo que pasa es que esta planta que tiene más de 400 sustancias que son activas desde el punto de vista clínico o farmacológico, algunas de ellas se han ido procesando químicamente y tienen una presentación farmacológica, es decir, se presenta en gotas, en tabletas, en aceite, y eso sí se puede prescribir para ciertas condiciones”, afirma Juan Ramón de la Fuente.
Marihuana y salud abunda en datos, se sustenta en información 100% científica, demuestra por ejemplo que el alcohol es la sustancia que ocasiona más daños individuales y sociales, seguida por la heroína en segundo lugar y el crack en tercero. En un grupo de 20 sustancias psicoactivas, la marihuana se ubica en octavo lugar. O bien que las estadísticas hasta el momento no reportan muertes por sobredosis de marihuana.
El intelectual y académico mexicano afirma que también ha habido una exageración en el número de condiciones en las que dicen que la marihuana puede atender. “Son unas cuantas, pero a mí me parece que basta con que hubiera una para justificar que esté la medicina. Creo que ese capítulo de la marihuana medicinal deberíamos de abrirlo pronto”.
El ex rector de la UNAM asegura que en la actualidad como está prohibida “si tú fumaste marihuana y traes más de 5 gramos, eres un criminal, estás fuera de la ley, eres un delincuente, entonces te vas a pagar una sanción que va de 9 meses a tres años. Prohibicionismo y criminalización; el siguiente paso a nivel colectivo es la militarización, porque entonces le vamos a declarar la guerra a las drogas y vamos a militarizar la guerra contra las drogas, con los cual tenemos como saldo, cientos de miles de muertos y desaparecidos y una corrupción terrible”.
A la pregunta de si México está listo para la discusión sobre salud y marihuana, el doctor Juan Ramón de la Fuente señala: “Nos estamos preparando. Yo creo que sí, por ejemplo, México estaría listo para abrir la puerta a la marihuana medicinal, ahí sí no me queda claro por qué las autoridades de salud de mi país han sido tan renuentes, por qué tenemos que hacer que familias como la de Grace, que tiene un problema de convulsiones que no responden al tratamiento convencional y que puede tener alguna alternativa con algún derivado cannabinoide, por qué tienen que ir hasta un juez y ampararse para poder importar esa medicina”.
De ahí que la propuesta principal del libro, afirma De la Fuente, es proveer información para aportar y proponer para el debate opciones sustentadas en la ciencia donde los espe- cialistas que colaboraron dicen básicamente qué es la marihuana, otra droga que no es inocua, pero allí debe entrar el Estado para regular ese mercado.
“No nos quedemos en la prohibición per se, porque logra sólo lo que ya comentamos, la criminalización. Una sociedad más moderna, más justa, más democrática debe empezar por meterse a través de su gobierno en la regulación de este tipo de procesos, esa es la principal opción. Y qué necesitamos para que haya una regulación racional, creo que necesitamos básicamente dos grandes dimensiones a tomar en cuenta: la primera es la dimensión de la salud, es decir, cuáles son los daños que esas sustancias producen en la salud, individual y colectiva, y la dimensión de los derechos humanos. Frente al prohibicionismo lo que planteamos es que desarrollemos en México una regulación por parte del Estado que esté sustentada en la salud y en los derechos humanos”, afirma.
Las seis partes en que se divide el libro son ensayos críticos, rigurosos y escritos con toda objetividad, un valor que cuidaron en extremo los autores y el coordinador. Durante los más de doce meses que duró el seminario sobre marihuana y salud, del cual nació el libro, mantuvieron la convicción de que no querían sesgar los ensayos con sus puntos de vista personales, que los tienen, pero mantuvieron al margen.
“Este no es un libro sesgado, aquí el lector va a encontrar información objetiva, rigurosa y lo que queremos es que cada lectora y cada lector saque sus propias conclusiones, esa es la verdadera tarea de educar. Educar no es transmitir verdades que ya el maestro da como un hecho, educar es transmitir ideas para que quien está aprendiendo sobre el tema las incorpore, las analice y saque sus propias conclusiones”, afirma el ex rector que en 2006 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
El libro no tiene un capítulo de conclusiones como tal, sólo al final de cada uno de los seis capítulos hay un recuento y acaso una síntesis, pero no hay una conclusión, pues dice Juan Ramón de la Fuente que las conclusiones son de los lectores y esa es la garantía de que el libro no conlleva sesgos y se apega a lo que han querido: “esto es lo que sabemos con base en la ciencia, aquí está para quien quiera informarse y después que cada quien saque sus conclusiones”.
Lo que sí posee es una muy amplia bibliografía consultada y un glosario que les pareció fundamental por lo útil porque a veces desde el origen hay confusión de los términos o incluso se discute sin información, pues, por ejemplo, se confunde descriminalización con legalización, o consumo con adicción.
“Hacemos una advertencia en el prólogo, y es que el compromiso de la ciencia con la verdad siempre es transitorio, esta obra nos obliga, y ya empezamos a hacer los trabajos preliminares, a trabajar una nueva edición, porque la ciencia va cambiando y estoy seguro que en un par de años vamos a saber mucho más de lo que sabemos ahora, pero por lo pronto aquí sí hay una serie de respuestas a las preguntas comunes de la gente”, señala Juan Ramón de la Fuente, quien mañana, lunes 30 de noviembre, será investido con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro.
Justo en ese encuentro, el martes 1 de diciembre a las 17 horas, será la presentación oficial del libro Marihuana y salud, con los comentarios de Héctor Aguilar Camín y Luciana Ramos Lira.