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La mirada de José Luis Cuevas es intensa, siempre intensa. Sus ojos son profundos, penetrantes. No importa si el autor del retrato fue Vlady y muestra a Cuevas como un dandy joven, vestido de azul con las manos sobre el regazo; o es una obra de Juan Soriano, en la que a través de unos cuantos trazos y una línea muy limpia se esboza el rostro de un Cuevas varonil; o en la pieza de Roberto Montenegro donde sobresalen sus ojos muy abiertos. En todos los retatos hay un José Luis Cuevas de mirada intensa.
Once de los retratos que amigos pintores le hicieron a lo largo de su vida al más importante representante de La Ruptura fueron montadas ayer por la mañana en el patio central del Museo José Luis Cuevas, para rendirle un homenaje también con la esperanza de que las cenizas del pintor, ilustrados y escultor pasaran unos momentos por su museo y entonces fueran custodiados por La Giganta.
Las piezas de Vlady, Roberto Montenegro, Juan Soriano, Raúl Anguiano, Arturo Rivera, Carmen Padín, José García Ocejo, dos piezas de Leonel Góngora, y un par de fotografías de Luz Valadéz y de Kimberly formarán parte de una exposición permanente en una sala del Museo José Luis Cuevas, como una manera de recordar al maestro.
Las 11 imágenes fueron seleccionadas de una colección más amplia de retratos de Cuevas.
“Sacamos obra que él mismo donó al pueblo de México, de diferentes artistas donde él aparece, son retratos de él, hechos por sus grandes amigos. Lo que vemos aquí es que lo querían mucho. Hay obra de Góngora, de Vlady, de Montenegro, de Anguiano, de Arturo Rivera. Tenemos una colección bastante amplia que ilustra al maestro José Luis Cuevas”, aseguró a EL UNIVERSAL, Manuel Alegría, museógrafo del recinto.
La muestra de retratos de la colección José Luis Cuevas le confirma a Alegría que a “Cuevas le encantaba que lo retrataran y los amigos siempre le concedían ese deseo”.
El museógrafo cuenta que todas las piezas seleccionadas, que fueron realizadas entre 1953 y 1987 en técnicas como óleo sobre tela, lápiz sobre papel, collage sobre tela, óleo sobre fibracel, tinta sobre papel colibrí o lápiz sobre marquilla, se han expuesto en el propio museo, en diferentes lugares de la República Mexicana y también en espacios internacionales.
“Ahorita las obras van a estar afuera pero como no pueden estar mucho tiempo a la intemperie, posteriormente se va a meter a una sala para que los visitantes puedan verlas, que vean todas estas obras y que los artistas querían mucho al maestro Cuevas”, afirmó Manuel Alegría. Esa muestra se sumará a la que mañana se inaugura en el recinto, como ya estaba previsto, titulada José Luis Cuevas y su colección a 25 años, para celebrar su fundación.
Continúa adiós al artista. Colegas, amigos e instituciones culturales siguieron expresando sus condolencias por la muerte del artista plástico, a través de mensajes, fotografías y videos publicados en redes sociales.
El escritor Enrique Krauze lamentó el fallecimiento de su amigo, a quien describió, en su cuenta de Twitter, como “un melancólico dibujante de la condición humana”. Por su parte, la UNAM recordó al artista con un texto publicado en la Revista UNAM, titulado “Las metamorfosis de José Luis Cuevas”, escrito por la investigadora y crítica de arte Lelia Driben.
Mientras que en Facebook, la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM recordó al pintor con las palabras que el escritor Carlos Fuentes le dedicó al artista en un programa de Radio UNAM en 1970, el cual está disponible para su descarga gratuita en la página oficial de Cultura UNAM.
El muralista Antonio González Orozco, a pesar de su discrepancia con Cuevas le escribió un Réquiem.
