En el lobby del colocaron la base para colocar las cenizas de . El máximo recinto cultural recibió los restos del maestro para realizar un homenaje al representante de la Generación de la Ruptura que falleció ayer.

En la primera guardia de honor estuvieron la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda ; el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín; la titular del INBA, Lidia Camacho; Beatriz del Carmen Bazán, viuda del artista. En seguida entraron Ximena, Mariana y María José Cuevas, hijas de José Luis Cuevas.

"No están solas", corearon los asistentes a las hijas de José Luis Cuevas, a quienes recibieron con un aplauso que rompió con la solemnidad que había en el recinto.

Al acto asistieron familiares y amigos del creador de "La Giganta", tales como el escritor Fernando González Gortázar, el museógrafo Manuel Alegría, el pintor Brian Nissen, la periodista Silvia Lemus, la artista Lorena Wolfer, la actriz Marisol Gasé, el fotógrafo Rogelio Cuéllar, el actor Daniel Giménez Cacho y el político Porfirio Muñoz Ledo.

"Estamos aquí para decirle hasta siempre a José Luis Cuevas", dijo María Cristina García Cepeda, quien agregó que el artista abrazó su tiempo y miró más lejos todavía.

La secretaria federal dijo que José Luis Cuevas dibujó nuestra herida y escribió su autobiografía desde muy temprano al ser un observador precoz que fue perfeccionando su mirada a lo largo de los años.

García Cepeda dijo que el artista aprendió de Orozco y de Dostoievski, de Sade y de Kafka, de Paz y de Posadas. Apuntó que el también escultor "es sinónimo de libertad creativa, de búsqueda, de vanguardia y desde siempre referencia y acontecimiento, ingenio y hallazgo. Te decimos gracias, muchas gracias porque tu nombre estará asociado para siempre al arte, a la memoria y a la juventud permanente, a la ruptura y a la búsqueda de la eternidad".

Octavio Paz, al que Cuevas admiraba de manera especial lo definió así: “Artista carnívoro cuya atracción principal reside en su gracia flexible, en sus movimientos sinuosos, la sedosidad elegante de su dibujo, la fantasía grotesca de sus figuras y los resultados con frecuencia mortíferos de sus trazos. Este artista pasa en un abrir y en un cerrar de ojos, sin causa aparente, de momentos de reposo plácido a otros de furia relampagueante”.

El escritor Fernando González Gortázar señaló que en realidad no hubo ruptura alguna, sino tan solo los cambios que ocurren a todo ser vivo. Recordó que el mismo Cuevas siempre se declaró deudor de José Clemente Orozco.

Gortázar dijo que ambos tenían "el mismo genio, la misma potencia, la misma actitud de crítica y rebeldía perpetua". Agregó que ambos son como un machetazo que parte en dos su soporte y nos cala hasta lo más hondo.

Antes del homenaje, Magdalena Zavala, coordinadora Nacional de Artes Visuales del INBA, dijo que que el Instituto Nacional de Bellas Artes desconoce la causa de la muerte del pintor y escritor.

La actroz Marisol Gasé calificó como grave el secuestro de José Luis Cuevas, pues es necesario que informen de qué murió "el niño terrible" de México. Agregó que las autoridades culturales deben decir qué paso y señaló que no atendieron el caso.

nrv

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