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Bitácora, exposición multidisciplinaria de la artista Cannon Bernáldez (Ciudad de México, 1974), muestra la violencia y fragilidad en la niñez. La artista se inspiró en su propia infancia, creando personajes siniestros que representan los rituales fúnebres tradicionales del siglo XIX. El proyecto se originó al imaginar la historia de dos hermanas que se encontraban en situaciones absurdas, tétricas y en mundos ficticios, en donde ejercían juegos de poder y sometimiento.

La fotógrafa estudió periodismo, fue ganadora de la 12 Bienal del Centro de la Imagen en 2006 con la serie Miedos y es miembro del Sistema Nacional de Creadores desde 2016.

La muestra que estará abierta al público de manera gratuita hasta el 14 de septiembre en el Foro R-38 de la Universidad del Claustro de Sor Juana, exhibe el proceso artístico de cuatro años, donde el uso de la fotografía, escultura, bordado y objetos antiguos, que Bernáldez recolecta de mercados de pulgas; además tiene una variedad de técnicas y soportes fotográficos que interviene para el rescate de la historia de la fotografía.

La muestra está dividida en cuatro ejes temáticos: Lo siniestro, La apropiación, La escenificación y La técnica, que marcan la versatilidad y talento de la artista mexicana para conocer el proceso de investigación que ha tenido a lo largo de su trayectoria.

El espacio donde se encuentra la exposición permite una observación clara de las “imágenes siniestras” que permite a los espectadores reflexionar sobre los objetos antiguos y las historias que ella crea. La exposición lleva el nombre de Bitácora debido a los cuadernos de trabajo que la artista lleva desde hace 10 años y que usa para recolectar notas, recortes y otros elementos que le ayudan a generar su obra.

Un ejemplo donde se pueden ver las historias creadas por Canon Bernáldez es la pieza view-master, de 2014, donde siete imágenes estereoscópicas son las encargadas de mostrar al público lo siniestro que puede ser el juego en la niñez. La fijación con fotografías antiguas han permito que la fotógrafa llegue a intervenirlas y llevarlas a otras técnicas donde el uso de prendas infantiles, cabellos o hilos, buscan la representación de cuerpos mutilados.

En entrevista con la artista dijo que una de sus preocupaciones es hablar del pasado y la violencia de manera muy sugerente. Las historias que crea son recuperadas de la notas roja, de historias de abuso sexual, bullying y juegos de simulación de violencia. “Me interesa mostrar una problemática de conducta social y contar este tipo de historias para que el espectador sea trastocado”, comentó la artista en entrevista con EL UNIVERSAL.

“A mí me ayudó mucho estudiar periodismo porque entendí que todo esto era un sistema de comunicación; tengo que dar pistas, generar la información. Una parte que me interesaba es generar controversia y ruido. No busco espectadores complacientes, no estoy acostumbrada a hacer cosas bonitas, me interesa provocar. Me atrae mucho lo que ocurre en el país con grupos de desaparecidos, que es mi proyecto actual. Sigo trabajando con la imagen y expandiéndola, y preocupándome por cómo circula y cómo se consume ésta”, afirmó Canon Bernáldez.

Inés Maldonado y Gabrielle Vinós, curadores de la muestra, afirman que Bitácora “experimenta la materialidad de la imagen, reflexiona sus implicaciones físicas y dialoga con el entorno a partir de las posibilidades de la tridimensionalidad” a partir de construcciones del imaginario colectivo.

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