Por espacio de 20 minutos todo cambia, la realidad sucumbe ante la tecnología que invita al espectador a redescubrir con nuevos ojos la magnificencia arquitectónica y artística de la emblemática Basílica de Notre Dame en Montreal .
Revisitarla con todos los sentidos a partir del espectáculo lumínico AURA, que desde el 21 de marzo pasado se presenta con gran éxito en este icónico inmueble del patrimonio religioso montrealés y de todos los canadienses, en el marco del programa conmemorativo de actividades por el 375 aniversario de fundación de esta ciudad.
Música orquestal y un sinfín de secuencias lumínicas van transformando la arquitectura del recinto en una enorme pantalla digital sobre la cual se plasman imponentes paisajes que recorren las cuatro estaciones del año.
Sol, lluvia y hasta nieve parecen caer durante estas proyecciones en el altar mayor de la nave principal del recinto religioso y sus altas cúpulas, para fascinación del espectador que no puede menos que asombrarse ante la magia de las imágenes y la fuerza de la música que las acompaña, ejecutada por 32 músicos y 20 coristas .
El espectáculo inmersivo, creado por Moments Factory , ofrece funciones una o dos veces por jornada, dependiendo del día de la semana, y estará disponible por lo que resta del 2017 en el recinto que suele recibir un millón de visitantes al año.
Notre Dame es una edificada de estilo neogótico
, la primera en esta ciudad, que data de 1829 . Cuenta con innumerables tesoros artísticos entre sus retablos y esculturas (La Virgen María, San José y San Juan Bautista, entre las principales) y fue elevada al rango de Basílica en 1982, por el Papa Juan Pablo II .
Considerada patrimonio histórico de la ciudad, Notre Dame es visitada cada día por unas dos mil 500 personas .
Se sabe que cada año da cabida a unos 120 bautizos y unos 100 matrimonios , siendo uno de los más sonados el de la cantante Céline Dion con René Angélil, en 1994.
Además, con el tiempo, se ha convertido en escenario de importantes eventos culturales, sobre todo en el verano, cuando suele haber conciertos de orquestas como la Sinfónica de Montreal, o de órgano, convirtiéndose en un atractivo más para los visitantes y los amantes de la música.
nrv