La polémica artista Jill Magid hará con sus cenizas lo que hizo con parte de los restos del arquitecto Luis Barragán: será convertida en un diamante. En 2005 firmó un contrato con una empresa donde especificó su decisión de que sus cenizas se transformaran en un diamante.
Esta es la primera sorpresa que espera a los visitantes de la exposición Una carta siempre llega a su destino que este jueves se inaugura en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
La primera sala muestra este "Autorretrato pendiente", de Magid, mientras que en la última sala, junto a cuatro Exvotos de caballitos, está la otra joya, el anillo con el diamante elabroado con una cuarta parte de las cenizas del arquitecto mexicano Luis Barragán.
En la conferencia de prensa para anunciar la exposición, en la que estuvieron presentes los curadores Cuauhtémoc Medina y Alejandra Labastida, así como la directora del MUAC, Graciela de la Torre, Jill Magid aclaró que la propuesta es una oferta que Federica Zanco tiene toda la vida para responder y el éxito o fracaso de la obra no está en el resultado de esta iniciativa. Por eso no hay que sorprenderse al ver dentro de la exposición una plataforma vacía que está concebida para que si hubiera un intercambio allí se expusiera un quinto caballito.
La artista estadounidense conversó más de una hora con los medios de comunicación y en su charla reiteró las características del proceso y volvió a decir que su interés es que el archivo de Barragán, que se guarda en la Fundación Barragán en Suiza, regrese a México.
La exposición está por 41 obras que forman parte del proyecto que inició en 2013. El anillo que se hizo con una parte de las cenizas del premio Pritzker 1980 es una de las piezas que conforman la muestra. Se exhiben además obras llenas de referencias a Josef Albers y Samuel Beckett. Este jueves la muestra se inaugurará a las 18:30 horas, mientras que a las 11 horas se realizará el primer diálogo abierto en torno de la exposición donde participará la artista.
La artista comentó que el proyecto fue financiado en gran parte por el San Francisco Arts Institute y que la primera vez que visitó la casa de Luis Barragán en la Ciudad de México fue en 2012 y que caminar por la casa de Barragán le permitió apreciar un espacio narrativo y quiso quedarse ahí a escribir. "La obra de Barragán me persiguí por cierto tiempo, me habitaba", comentó.
Acerca de la polémica que ha generado su orba dijo que ella se dedica a producir muy concentrada en sus proyectos y que en este caso estuvo trabajando mucho tiempo atenta a la producción misma.
* Con información de Sonia Sierra
nrv