Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.
La exhibición
Making space: women artists and postwar abstraction, que permanecerá en el museo del 15 de abril al 13 de agosto, contiene un centenar de obras de 50 artistas internacionales y pone en valor sus logros entre las décadas de los 50 y los 60, centrales para el movimiento abstracto.
La "cultura hipermasculina" que acompañó a esta corriente artística después de la
Segunda Guerra Mundial "hacía más difícil para las mujeres, a las que se asignaba normas de género específicas, participar" en él, dijo una de las comisarias de la muestra,
Starr Figure.
Más todavía si, además, estaban casadas con artistas: ese fue el caso de
Lee Krasner, quien durante toda su carrera luchó contra la idea de que los fuertes gestos del expresionismo abstracto eran una "heroicidad" de los hombres y solo tras la muerte de su marido,
Jackson Pollock, consiguió hacerse con un nombre propio.
En "Gaea" (1966) se aprecia cómo Krasner utilizó su cuerpo y su fuerza para expresarse a través de incisivos brochazos de pintura en tonos rosados, blancos y oscuros. "Quiero que el lienzo respire y esté vivo", explicaba la artista en aquel momento.