Más Información
PAN exige renuncia de Rubén Rocha Moya; Claudia Sheinbaum sigue protegiéndolo en “complicidad vergonzante”
No cesaremos ni nos rendiremos en nuestro llamado a la paz y justicia: Iglesia; pide ser persistentes en exigencia
Con reformas laborales, expertos ven estrategia de Morena; van a fortalecer su número de simpatizantes
Alito Moreno se reúne con familiares de prisioneros de Israel en Marruecos; pide su liberación antes de Navidad
El color de los dioses, Otto Dix, Duffy Bowie: Five Sessions, Las ideas de los constituyentes de 1917, Hacia el más allá y de regreso y Juan Acha, son algunas de las exposiciones que en breve terminarán su ciclo en diversos espacios museísticos de esta capital.
Público en general tiene sólo algunos días más de este mes para disfrutar de diversas obras realizadas ya sea en la pintura, la fotografía y la escultura, principalmente, y deleitarse las pupilas con el arte de artistas de otras latitudes.
El próximo 8 de enero, el Museo del Palacio de Bellas Artes dirá adiós a la exposición El color de los dioses, una muestra integrada por 118 piezas entre originales y reconstrucciones policromadas de esculturas de la Antigüedad clásica y de Mesoamérica, que permiten experimentar la forma como lucieron sus colores al momento de su creación.
Producida por el Museo Städel y el Liebieghaus Skulpturensammlung de Frankfurt, en cooperación con la Stiftung Archäologie; la exposición presenta reconstrucciones polícromas de esculturas grecorromanas y piezas originales.
La muestra, que se presentó por primera vez en América Latina, formó parte de las actividades del Año Dual Alemania-México 2016-2017; al igual que Otto Dix. Violencia y Pasión, que estará en el Museo Nacional de Arte (Munal) hasta el 15 de enero.
Dicha muestra abarca los períodos de creación esenciales de Otto Dix (1891-1969), artista que plasmó la realidad histórica de un periodo conflictivo en Alemania en la que se hace visible el vasto desarrollo temático y expresivo de un personaje que permaneció activo por más de 60 años.
A partir de la curaduría de Ulrike Lorenz, especialista en Otto Dix, quien funge como actual directora del museo alemán Kunsthalle Mannheim, la muestra presenta más de 160 obras en siete núcleos temáticos que exploran los sucesos más representativos sobre la guerra, la violencia y la pasión.
Se analizan así los preceptos que formularon el impulso artístico de Dix en su búsqueda, por la representación de la realidad inmediata y soez, resultantes de la naturaleza salvaje del ser humano.
Otra de las exposiciones que los capitalinos, amantes del cantante David Bowie, no pueden dejar de ver, es la que presenta el Museo de la Ciudad de México, Duffy Bowie: Five Sessions.
Hasta el 29 de enero, se presentará una colección de 42 fotografías que ilustran el desarrollo y el proceso creativo de cinco alter-egos icónicos de David Bowie, tomadas por el fotógrafo estadounidense Brian Duffy, quien a lo largo de un periodo de ocho años, al final de la década de 1960 y principios de los 70 realizó cinco sesiones fotográficas con David Bowie: Ziggy Stardust, Aladdin Sane, Thin White Duke, Lodger y Scary Monsters.
Las ideas de los constituyentes de 1917, en el Museo Nacional de la Revolución, es otra de la exhibiciones que está a punto de concluir, el 22 de enero. El recinto presenta una serie de objetos y documentos personales de quienes participaron en la creación de esta Carta Magna, así como fotografías, material hemerográfico y fílmico que contextualizan al aspectos ideológico de este periodo.
Curada por Edgar Rojano, esta propuesta busca aproximarse al proceso constituyente de 1916, a través de la historia del pensamiento político y posicionamientos de quienes redactaron el documento que rige la vida política y social mexicana.
Por su parte, el Museo de Arte Popular (MAP) tendrá hasta el 31 de este mes la muestra Hacia el más allá y de regreso, en la que se aborda el tema de la muerte de una forma muy íntima, a través de 100 maletas de México y de Alemania, respectivamente: dos países cuya forma de tratar la muerte no podría ser más distinta.
Antes de morir, el inusual consejero de duelo Fritz Roth envió a 100 personas una maleta con la solicitud de prepararse para “su último viaje”.
Gente totalmente diferente entre sí accedió a su solicitud: mujeres y hombres, ancianos y jóvenes, personajes de la vida pública, profesores y obreros, empacaron fotos de familiares, calaveras, medias, velas aromáticas y otros objetos.
Algunos de ellos la dejaron en un vacío absoluto. El objetivo de esta acción era generar el enfrentamiento con la propia muerte. Con esto las maletas no sólo cuentan experiencias muy personales, sino que hablan acerca del diferente tratamiento de la muerte en ambos países.
Por último, el Museo de Arte Moderno tendrá en exhibición hasta el 22 de enero, Juan Acha, una muestra con la que se conmemora el centenario de nacimiento del crítico peruano-mexicano.
Presenta la colaboración de Juan Acha en el MAM, entre 1972 y 1976, a través de una serie de conexiones entre la colección, el archivo histórico y el centro documental del recinto.
La exposición traduce de manera visual los temas analizados por Juan Acha presentes en la colección del MAM: el nuevo muralismo, el geometrismo, el arte tecnológico, el arte icónico-verbal y el arte no-objetual.
nrv