La exposición Francis Alÿs: relato de una negociación, del artista belga con tres décadas de radicar en México, se estrena mañana jueves en la Art Gallery de Ontario, donde será exhibida hasta el 2 abril del 2017.

La muestra, curada por el historiador mexicano Cuauhtémoc Medina en coordinación con el Museo Tamayo, se exhibió el año pasado en la Ciudad de México, este año en La Habana, y el próximo año estará en el Museo Metropolitano de Los Ángeles.

En una amplia sala de exhibición subdividida en varios espacios de esta moderna galería en el centro de Toronto, se montó esta gran exposición compuesta de tres proyectos ubicados en México, el Estrecho de Gibraltar y en Afganistán.

El autor describe su obra como “una crónica de varios proyectos con sus progresos y regresos, sus dudas y convicciones, sus agendas y compromisos: la eterna negociación entre la fantasía artística y la cruda realidad”.

En su proyecto titulado "Puente" (2006-2008), Alÿs puso su cámara y su imaginación en las orillas de La Habana y Key West (Florida), así como España y Moroco (una de las más grandes rutas de la migración ilegal en el mundo), donde se observa a posibles o futuros migrantes alineados apuntando hacia el otro lado.

En 2006 intentó “unir” las costas de Cuba y Estados Unidos con un “puente de botes”, pero no le gustó el resultado. Dos años después formó dentro del mar a niños en Moroco y España llevando un pequeño barco en la mano, como una forma de simbolizar la unión entre ambas naciones.

El estrecho de Gibraltar mide 7.7 millas náuticas (13 kilómetros) y separa Europa de África. Si una fila de niños sale de Europa hacia Marruecos, y una fila de niños sale de África hacia España “¿Se encontrarán las dos filas en la quimera del horizonte?”, se pregunta Alÿs.

Después de dialogar con los pobladores de las comunidades de emigrantes en el Estrecho de Gibraltar, Francis realizó dibujos que plasman las fantasías de los jóvenes sobre “gigantes cruzando los continentes”.

“Este trabajo estimula la reflexión sobre las barreras políticas y sociales que restringen el libre movimiento de las personas en Europa”.

El proyecto “Tornado”, realizado en una década (2000-2010), llevó al artista a documentar el ojo de un huracán en la zona seca de Milpa Alta (Ciudad de México). Francis lo muestra aquí como una representación artística de la violencia que ocasionan los cárteles de las drogas.

“El acto de cazar tornados es un acto privado de exorcismo en relación a la violencia”, escribió.

Su tercer proyecto es “Reel-unreel” (2011), donde ofrece formas diferentes de ver la desastrosa guerra en Afganistán.

En mayo de 2013 se encontraba como “artista de guerra” en Afganistán, de cuya experiencia expresó: “quería saber cómo estando expuesto a un mundo peligroso alteraba mis sentidos y producía una respuesta diferente en el campo de representación”.

Un video proyecta a niños afganos recorriendo el pueblo rodando un cartucho de película de cine; entre carros, animales y calles de terracería, ruedan metros de cinta.

En la muestra se exhibe una serie de rifles hechizos (“armas cámara”) apuntándose entre sí, pero que en realidad son una especie de miniproyector de cine.

Francis utiliza todas sus formas artísticas de expresión, desde la pintura, el dibujo, escultura, video, performance y fotografía para dar su interpretación de estos hechos sociales.

Quizá el primer proyecto sobre las migraciones en Europa y América es el que concentra el mayor número de expresiones artísticas, como una figura humana de plastilina en posición de nado sobre una simple bolsa de plástico inflada, que simboliza la fragilidad de sus balsas.

La exhibición incluye varios recortes de notas de periódicos internacionales sobre los migrantes. En un recorte del diario español El País, ilustrado con una larga y tupida balsa, se encabeza: “España no se va a hundir por 25 mil inmigrantes en Canarias”.

Otro recorte de la prensa europea indica: “Cientos de sin papeles eluden a las mafias arriesgando la vida en balsas de juguete”.

En entrevista, Alÿs manifestó su tristeza de que la situación de los balseros no haya cambiado sino empeorado desde que trabajó su pieza en 2006, hasta ahora que se exhibe en Canadá.

Destacó que hay una contradicción mundial en donde “tenemos una economía global, pero no se permite el movimiento global de personas. La migración es un fenómeno natural, los hombres como los animales van donde hay comida”.

En su opinión, una de las soluciones a la crisis migratoria mundial es que los gobiernos deben de ayudar a las comunidades a integrarse a sus países o “aceptar que todos somos parte de América del Norte”.

Con la llegada de Donald Trump al poder, México debiera comenzar a mirar hacia Suramérica, sugirió. “Los argentinos miran a México, pero los mexicanos no miran hacia el sur”.

Por su parte Cuauhtémoc Medina González, curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), indicó que lleva varios años trabajando en “proyectos geopolíticos y pintura” con Alÿs.

Definió que el artista belga es “un personaje que produce relatos al andar” porque igual empujó un bloque de hielo en la Ciudad de México hasta que se deshiciera (1996), que caminó dejando un chorro de pintura verde siguiendo la antigua frontera en Jerusalén.

nrv

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