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ssierra@eluniversal.com.mx
En su programa de difundir a los artistas europeos, el Museo Nacional de San Carlos exhibe por estas fechas exposiciones de Francisco de Goya y de Lucas Cranach El Viejo, junto a obras de algunos de sus contemporáneos.
Lucas Cranach. Sagrada emoción estará hasta febrero. Reúne obras de Cranach (1472-1553) junto a algunos de sus grabados, así como obras y gráfica de sus contemporáneos, incluidos Alberto Durero, Bartolomeo Bruin y su hijo, Lucas Cranach El Joven. Contiene piezas que recogen el espíritu religioso, bíblico, pero anticlerical de este artista alemán que fue uno de los creadores más grandes del Renacimiento en el norte de Europa.
Sobre el artista, Ana Carpizo, subdirectora del Museo y curadora de la exposición, dijo que “Cranach, además de ser artista, fue un intelectual del momento, polifacético y súper importante dentro de las reformas luteranas. Hay que englobarlo como un ser político, social y artístico. Por eso es tan importante su cisma; por eso tiene tantos seguidores. Él y Durero crearon una escuela, la escuela del Renacimiento del norte de Europa”.
Esta exposición contiene obras de los museos Nacional de Bellas Artes de Cuba, de Arte de Filadelfia, Franz Mayer, Soumaya y San Carlos, así como de las colecciones privadas Pérez Simón e Hilario Galguera.
Lucas Cranach, Sagrada emoción incluye varias obras del artista, como el retrato de Federico II de Sajonia, procedente del Museo de Filadelfia; el tríptico La Crucifixión, que por primera vez es prestado por el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, y el retrato de Lucrecia, que es considerado como una de las obras más sensuales en la historia del arte.
Revisiones del artista español. Francisco de Goya, único y eterno está integrada por 125 obras de las cuales 10 son pinturas del artista español (1746-1828), considerado uno de los más influyentes de la modernidad.
Se trata de las obras Estudiantes de la Academia Pestalozzi, el boceto de El pelele y retratos como El general José de Palafox, Doña María Teresa de Vallabriga y Retrato de una niña.
Figura también su óleo Locadia Zorrilla, que es una obra maestra del retrato, como destacó en la presentación de la exposición Magdalena Zavala, coordinadora de Artes Visuales del INBA. La pieza proviene del Museo Nacional del Prado.
La exposición incluye también tres de sus grandes series de grabados: Los disparates, conformada por 18 piezas; Tauromaquia, con siete, y Los caprichos, con 80. Hay además trabajos de contemporáneos del artista español.
Es una muestra que no sólo deja ver las diversas técnicas que dominó Goya sino la variedad de temas que tuvo su obra: la corte, la vida cotidiana, la guerra, la sátira a las costumbres de su tiempo y el cuerpo femenino.
La muestra tiene obras de los museos Nacional del Prado, Hammer, Meadows, Soumaya, Franz Mayer y de la Basílica de Guadalupe, así como de las colecciones de la Fundación Zuloaga, Pérez Simón y Jorge Ramos, y del propio Museo San Carlos, que tiene la serie Los Caprichos, la cuarta de las 12 series que se imprimieron originalmente y que llegó desde la corte española.
También hay piezas de autores relacionados con su obra, algunos de los cuales fueron sus contemporáneos o artistas que desarrollaron en la misma época su obra en la Nueva España. Es el caso de los retratos de Carlos III y Carlos IV, de Mariano Salvador Maella; La familia de Carlos IV, de Eugenio Lucas Villamil; La marquesa de San Andrés, de Agustín Esteve; el Retrato de Goya, de autor desconocido y la pintura anónima, Juicio de la Santa Inquisición. La muestra estará abierta hasta el 20 de marzo en el Museo Nacional de San Carlos (Puente de Alvarado No. 50, colonia Tabacalera).