Más Información
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Nueva York. —Una colección de arte impresionista de valor multimillonario que se cree perteneció al régimen del difunto dictador filipino Ferdinand Marcos se encuentra desde hace cinco años en un depósito en Brooklyn, objeto de una enconada disputa judicial.
Se trata de determinar si las 50 obras, entre ellas un cuadro de 1881 de Claude Monet, deben ser para las miles de víctimas del dictador, el Estado filipino o la secretaria privada de Imelda Marcos, esposa de Ferdinand Marcos, quien dice que se le entregaron algunas de las obras como regalo.
“Es cuestión de saber quién es el dueño y quién tiene los derechos”, dijo Robert Swift, abogado de casi 10 mil víctimas del régimen de Marcos, que en 2011 ganó un fallo contra el dictador, sus herederos y su esposa Imelda.
Un cuadro de particular interés en este prolongado caso es un Monet de la serie Lirios llamado Le Bassin aux Nymphéas, el cual la secretaria Vilma Bautista vendió en 2010 por 32 millones de dólares. Otras tres obras en disputa son un cuadro de Alfred Sisley de 1897, Langland Bay; L'Eglise et La Seine a Vetheuil, de Monet, 1881; y Le Cyprès de Djenan Sidi Saïd, de Albert Marquet, 1946.
La agencia del gobierno filipino que busca recuperar miles de millones de dólares en bienes acumulados por el régimen de 14 años de Marcos y Swift creen que son ellos quienes tienen derecho a la propiedad de las obras.
Según documentos judiciales, Bautista conservó 28 millones de dólares cuando vendió el lirio a una empresa panameña controlada por una galería de arte con sede en Londres. La galería a su vez vendió el cuadro al gerente de un fondo de riesgo británico en Suiza por 43 millones de dólares.
El gerente pagó 10 millones de dólares a los clientes de Swift y el gobierno filipino también quiere recuperar el cuadro.
La fiscalía de Nueva York acusó a Bautista de excluir la venta de su declaración de impuestos de 2010 y logró su condena en 2013 por asociación ilícita, fraude impositivo y otros cargos. Bautista, quien tiene 78 años, está en libertad mientras apela el veredicto.
Ahora corresponderá a un juez federal en Manhattan desenredar la madeja que rodea a todas estas obras de arte.